Acortar el trecho del plan a la mesa

Con la recuperación de la red de comercialización estatal en Santiago de Cuba, se podrá aplicar mejor el sistema de control existente, al monitorear el flujo de mercancías entre el campo y el mercado

Santiago de Cuba posee tres polos productivos y 27 áreas en desarrollo. Foto: Eduardo Palomares
Santiago de Cuba posee tres polos productivos y 27 áreas en desarrollo. Foto: Eduardo Palomares

Santiago de Cuba.–En algo más de 6 000 km2 –fundamentalmente montañosos–, la provincia de Santiago de Cuba tiene el reto de sostener la producción y comercialización de alimentos para un millón de habitantes.

Aunque se dispone de un fondo agrícola de 365 744,86 hectáreas la oferta sigue sin satisfacer la demanda, siempre creciente, del territorio.

Según la Delegación del Ministerio de la Agricultura (Minag) aquí, para la actual campaña de siembra de primavera se planificó cultivar 60 028 hectáreas, 3 028,7 hectáreas más que en esa misma etapa en 2022. De ese total, 19 743,2 son de viandas, 15 893 de hortalizas, 23 618,9 de granos y 772,9 de frutas.

La provincia proyectó alcanzar para el Aniversario 70 del Asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, 70 000 hectáreas. De acuerdo con Yendrik Mora Peregrino, director del Departamento de Comercialización de la Delegación, «las lluvias de los últimos días ayudaron. Durante la sequía preparamos la tierra al punto que en los polos productivos de Laguna Blanca, El Alambre y Los Reynaldos el 80 % está lista. La campaña ha aumentado el ritmo a un 110 %, según los rendimientos previstos para estas fechas».

Santiago de Cuba posee tres polos productivos y 27 áreas en desarrollo, que abarcan 14 229,4 hectáreas. Pese a las evidentes potencialidades y a los esfuerzos, aún queda mucho por hacer para que se refleje en el plato de las personas.

Cruzar los «trechos» Angostos son los trechos de la producción, distribución y comercialización de alimentos, en tanto ameritan recursos humanos, materiales y financieros nunca resueltos por las condiciones de un país bloqueado como ningún otro en el mundo.

Sin embargo, lo que más perjudica en estos tiempos son las insuficiencias del sector que dan margen al acaparamiento y la especulación. Pese al sobrecumplimiento de los planes, la mayoría de los mercados están desabastecidos; Mora Peregrino esclarece las causas y soluciones:

«Tenemos problemas con el control de las producciones. La cadena de comercialización presenta fisuras con incumplimientos de contratos, desvíos e indisciplinas en general. Estamos trabajando para restablecer el orden y que lleguen los productos agrícolas a sus destinos.

«Los mercados deben recibir 10 400 quintales semanales, pero están llegando alrededor de 7 000. El 60 % debe ser de vianda, y solo se provee entre un 20 % y un 25 %; se observa ciertamente el desabastecimiento. En la actualidad, tres empresas, con mercados arrendados, siempre cuentan con ofertas, lo que demuestra que la tarea sí puede cumplirse».

El Director del Departamento de Comercialización de la Delegación de la Agricultura expone que «solo el 8 % de los mercados del municipio de Santiago de Cuba y el 1 % de la provincia son administrados por entidades estatales, el resto por formas de gestión privadas  (productores y trabajadores por cuenta propia), lo que dificulta el manejo de los precios.

«Para transformar esta situación, se aprobó el arrendamiento de la mayoría de estos a empresas estatales; semanalmente se reúne el Comité de Contratación Provincial, y en esas reuniones se organiza el proceso. De esta forma se evitan los intermediarios, quienes ponen un margen comercial muy alto».

El Decreto Ley 35 regula la comercialización, el porcentaje de ganancia y quiénes lo formulan, en este caso los Comités de Contratación municipales y provincial. Los precios se deben adecuar a las fichas de costo del productor, estableciendo los márgenes comerciales hasta un 40 %.

En todos los territorios existe una comisión, liderada por su presidente y vicepresidente, que en el ejercicio de sus facultades han de contratar la producción, supervisar y atender los problemas del campo: si se encuentran tierras ociosas, se inscriben y ofrecen a una empresa, organismo o persona natural que la explote en usufructo; si la dificultad es con la fuerza laboral, que se convoque un trabajo voluntario; si hay producciones para cosechar y no han sido contratadas, se ha de coordinar in situ para que estas no se desvíen.

Otro de los percances que reconoció el directivo, lo constituye el impago a los campesinos, que trae como consecuencia el incumplimiento de los planes, las trabas burocráticas para adquirir créditos, y la no existencia de mercados mayoristas –en cada municipio se organiza la implementación de uno–, ya que los nuevos actores económicos y productores violan lo establecido al permitirse la compra directa en el campo.

En este sentido, las direcciones de inspección de cada municipio tienen que accionar más para atajar a los infractores. La Ley de Soberanía Alimentaria establece que todos los organismos que participan en la cadena de producción, distribución y comercialización deben tener sus propios inspectores; hoy se está capacitando a muchas personas para ejercer esta responsabilidad.

Santiago de Cuba es la provincia que más multas por el concepto de esa Ley ha impuesto, con más de 20; lo que es a simple vista insuficiente.

Si el hombre sirve…

Sergio Cleger vende con cifras asequibles en su finca Las Guásimas, del municipio de San Luis, «fruto de mi trabajo en algo más de tres caballerías, que suple mis necesidades, el compromiso estatal y me da ganancias. Sí se pueden bajar los precios».

Sergio da fe de los beneficios de las 63 medidas aprobadas en Cuba para impulsar la producción de alimentos: «La banca de fomento me concedió un crédito de 950 000 pesos; tengo 53 cabezas de ganado vacuno, aporto leche fresca a la industria procesadora y entregamos al consejo popular Estrella Roja de la localidad y a las ferias de la ciudad de Santiago de Cuba».

Si de ejemplos positivos se trata, el programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar en la provincia cerró 2022 con 92 516 patios y parcelas, y para este año el compromiso es crecer en 15 000; existen, además, 136 casas de cultivos rústicos.

Por otra parte, la entrega de tierras ociosas en usufructo avanza, por lo que 110 empresas y organismos ya poseen áreas para el autoconsumo: un 40 % con destino a la población y el 60 % para los comedores y trabajadores.

También, a jóvenes que concluyen su servicio militar, se les propone esta modalidad, con el respaldo de crédito bancario y la construcción de vivienda.

Otros temas relacionados:

https://www.minag.gob.cu/noticias/promueven-la-educacion-ambiental-en-areas-protegidas-de-santiago-de-cuba/

https://www.tvsantiago.icrt.cu/2023/02/agricultura-urbana-en-santiago-de-cuba-por-mejores-resultados/



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Por: Luis Alberto Portuondo | internet@granma.cu02/07/2023

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