El Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático: Tarea Vida.
Por: Dirección de Ciencia y Tecnología, Innovación y Medio Ambiente
El Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático: Tarea Vida, le confiere al Ministerio de la Agricultura, la responsabilidad de implantar el proceso de transformación progresiva de los ecosistemas productivos en escenarios más resilientes, soberanos y sostenibles; que contribuyan a la Soberanía Alimentaria, Seguridad Alimentaria y Nutricional en Cuba
La agricultura cubana se desarrolla en un contexto de gran complejidad y múltiples desafíos persistentes durante los últimos años, sin embargo, se muestran señales de adaptación y resiliencia.
La Ley de Soberanía Alimentaria, Seguridad Alimentaria y Nutricional, representa una oportunidad para transformar el sistema alimentario en un contexto de clima cambiante, aunque su implementación requiere de tiempo y esfuerzos.
De particular atención resulta la agroecología, que, a pesar de que transita hacia la aprobación de su marco institucional, cuenta con un gran potencial como ciencia, como buena práctica y como movimiento social; transversal a todos los programas productivos del sector y constituye la base fundamental de los sistemas alimentarios locales.
Más de 1800 fincas están incorporadas al Movimiento Agroecológico de Campesino a Campesino (MACaC), de ellas más de 800 con la categoría de Agroecológicas.
El Programa de Agricultura Urbana Suburbana y Familiar, con casi 2 millones de hectáreas de tierras y los diferentes proyectos de colaboración internacional, han demostrado la capacidad para fortalecer e impulsar la agroecología en Cuba.
Los principios agroecológicos brindan un marco orientador para la transformación de los sistemas agroalimentarios sobre bases de sostenibilidad y resiliencia. La agroecología, como ciencia que estudia los agroecosistemas y aporta las bases científicas, técnicas y metodológicas para su transformación en sistemas sostenibles y resilientes, y permite abordar tanto la adaptación y mitigación del cambio climático como la recuperación de los recursos naturales degradados.
El tránsito hacia sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes al cambio climático demanda también de mecanismos y prácticas que estimulen la participación y articulación efectiva de los diversos actores del territorio y de las cadenas logísticas. La gestión adaptativa y la construcción de capacidades de resiliencia frente al cambio climático, debe basarse en procesos participativos y de cogestión local, en los que el valor colectivo agregado es altamente relevante.
¿Qué cambios pueden lograrse mediante la agroecología y sistemas agroalimentarios resilientes al cambio climático, que redunden en una mayor capacidad para hacer frente a las crisis, las tensiones, y procurar el bienestar?
Entre ellos: un incremento de la producción y disponibilidad de alimentos sanos e inocuos que aporten a la soberanía alimentaria y nutricional de las comunidades; una mayor diversificación e integración de especies, variedades y razas que expresen tolerancia o resistencia a condiciones de estrés climático; una mayor capacidad de los sistemas de cultivo y ganadería para la recuperación ante los efectos físicos de los eventos climatológicos; un incremento de tecnologías y prácticas que resulten menos degradativa de los recursos naturales, favorecedoras de la conservación y manejo sostenible del suelo, del agua y de la biodiversidad; el fomento de producciones integradas de alimentos y energía sustentadas en una economía circular y baja en carbono; una mayor valorización de los saberes y las prácticas campesinas y el empoderamiento de agricultoras y agricultores; el fortalecimiento de la innovación, la conectividad entre los saberes tradicional y científico y la integración de los actores de los sistemas agroalimentarios; el fortalecimiento de los mercados locales y acortamiento de circuitos de comercialización; la participación de mujeres y juventudes en la transformación de los sistemas agroalimentarios.
Facilitar la creación de capacidades para actuar ante el cambio climático y contribuir a la resiliencia de comunidades y sistemas agroalimentarios desde bases agroecológicas, son las razones que animan a compartir en la Plataforma, las experiencias y aprendizajes de mujeres y hombres, organizaciones y proyectos que aportan a estos procesos de cambio.