POLÍTICA PARA LA PRODUCCIÓN, DESARROLLO Y USO DE LOS BIOFERTILIZANTES, BIOESTIMULANTES Y BIOPLAGUICIDAS DE USO AGRÍCOLA

TEMÁTICA O SECTOR ECONÓMICO: Producción agropecuaria y forestal

FECHA DE APROBACIÓN: Marzo de 2021

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RESUMEN

La política tiene como objetivo fundamental recuperar y ampliar las capacidades de producción de bioproductos económica y socialmente viables para satisfacer la demanda del país y la posible exportación, así como perfeccionar las tecnologías de producción acorde al desarrollo mundial para el escalado piloto e industrial.

Las normas jurídicas que la instrumentan constituyen el primer marco legal en Cuba de rango superior para la investigación, desarrollo, producción y uso de los bioproductos de uso agrícola y permitirá poner en producción las capacidades existentes y las nuevas creadas en el país, incluyendo las plantas pilotos de los centros de investigaciones, en tres etapas, (hasta 2022, 2025 y 2027) para el escalado industrial de los bioproductos cumpliendo las regulaciones existentes.

INTRODUCCIÓN

Con esta política se avanza en la implementación del Lineamiento 160 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución en lo referido al empleo de productos biológicos nacionales y se da respuesta al objetivo (33), Actividad (147) de la Proyección Estratégica Directiva. Tributa además a la implementación de otros Lineamientos, entre ellos del 167 al 173 y el 176, relacionados con los programas productivos agropecuarios.

ANTECEDENTES

El uso de bioproductos (biofertilizantes, bioestimulantes y bioplaguicidas) en la producción agrícola ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Su utilización está encaminada al manejo de plagas y enfermedades de los cultivos, a mejorar la disponibilidad de nutrientes para las plantas, reducir el uso de fertilizantes, incrementar el vigor de los cultivos y mejorar la calidad del producto.

Actualmente se siembran cada año unas 827 mil  757 hectáreas de cultivos varios y se deben atender unas 550 mil ha de caña de azúcar, lo que demanda unos         191 millones 28 mil USD por el uso de fertilizantes minerales de importación. Asimismo, la aplicación de plaguicidas químicos presenta un costo promedio de         35 USD/ha.

Se ha demostrado que el empleo de la biofertilización en los cultivos permite ahorrar fertilizantes químicos a niveles que oscilan entre 25 y 50 %. La variabilidad en este rango responde a que el porcentaje de ahorro es particular a cada producto y el mismo es resultado de la interacción de la planta y el microorganismo, relación que depende de múltiples variables fisiológicas y ambientales por lo que  sólo puede ser expresada en un rango.

Por su parte, la utilización de bioplaguicidas hace posible reducir en un 40 % aproximadamente el empleo de plaguicidas de origen químico.

El uso de bioproductos realiza una importante contribución a la protección del medio ambiente, específicamente al suelo, disminuye la emisión de gases con efecto invernadero a la atmósfera, la contaminación a consecuencia del uso de productos de origen mineral y químico, se protegen su fertilidad y el contenido de materia orgánica.

El uso de los bioproductos no implica la sustitución total del empleo de fertilizantes y plaguicidas de origen mineral y químico, su incorporación es parte de una estrategia integrada de nutrición y protección fitosanitaria de los cultivos, donde los fertilizantes de origen mineral garantizan la restitución de los nutrientes que se exportan mediante la cosecha en cada ciclo productivo.

Los bioproductos permiten garantizar un empleo más eficiente de los nutrientes, hacen posible reducir las cantidades de fertilizantes y el gasto financiero, favorecen el establecimiento de los cultivos y el incremento de los rendimientos agrícolas entre un 10 y un 20 %

Desde hace varios años, el 70 % del área cultivada se siembra sin realizar aportes de nutrientes al suelo, lo que significa que las producciones se han realizado a expensas de la reserva de nutrientes del mismo; ello trae consigo una pérdida significativa de la fertilidad de los suelos y de los rendimientos agrícolas. La continuidad de esta práctica conlleva a un «punto de no retorno» en la condición del suelo; en el que la restitución de los nutrientes no garantizaría la recuperación de la fertilidad anterior.

En 1963 el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, hizo referencia a la importancia de la fertilización de los suelos con microorganismos para abaratar las producciones agrícolas y ahorrar fertilizantes químicos y en 1988 surge el Programa Nacional de Bioplaguicidas (Lucha Biológica).

En 1991 la producción de biofertilizantes y bioplaguicidas se incluye en el Programa Alimentario aprobado como Programa Estratégico del país.

En 2002, se crea la Comisión de Productos Priorizados de la Biotecnología Agrícola en el Ministerio de la Agricultura, definiéndose 23 productos priorizados (9 biofertilizantes,      2 bioestimulantes y 12 bioplaguicidas) atendiendo al desarrollo de la tecnología, la efectividad probada en campo y la demanda nacional, de ellos solo 9 estaban registrados.

En mayo de 2010 se presentó a la Comisión Gubernamental de Sustitución de Importaciones e Incremento de las Exportaciones, el Programa para la recuperar y desarrollar los biofertilizantes, bioestimulantes y bioplaguicidas para sustituir importaciones en la producción agroalimentaria, el que fue aprobado, designándose a Labiofam como responsable de su implementación. En marzo de 2012 se aprobó por el Comité de Evaluación de Inversiones del MEP, el estudio de factibilidad económica.

Desde septiembre de 2012 se evalúa en el Grupo de Trabajo de Alimento Animal y Bioproductos, presidido por el Ministro de la Agricultura, las acciones para lograr el registro e incrementar las producciones para cubrir la demanda nacional con productos de mayor calidad, disminuir la importación de agroquímicos y generar fondos exportables; en el 2018 los bioproductos se integraron al balance de fertilizantes y plaguicidas del Plan Anual de la Economía.

En la actualidad existen 39 productos (8 biofertilizantes,       7 bioestimulantes y 24 bioplaguicidas), de ellos 10 no están registrados (2 biofertilizantes y 8 bioplaguicidas), además se ha comenzado a producir fertilizantes organominerales a mayor escala, de conjunto con la industria nacional, de la serie de productos Nerea, derivados de la Zeolita, hay        18 productos en diferentes etapas de investigación y desarrollo.

El país cuenta con 229 instalaciones, 12 se dedican a la producción de biofertilizantes y bioplaguicidas por métodos de fermentación con una capacidad instalada de 45 mil    810 litros y la posibilidad de producir 3 millones 685 mil litros anuales, a ello se adicionan 40 toneladas de EcoMic ®, 8 kg de Biobras-16 ® y 2 millones litros de  Fitomas-E®; las otras 217 instalaciones son centros para la producción artesanal. No todas se encuentran funcionando, ni tienen inversiones aprobadas para su recuperación.

Se encuentran en construcción 3 plantas industriales en Labiofam y 1 en Azcuba.

A partir de estas capacidades productivas disponibles actualmente solo se satisface la demanda de biofertilizantes en 13,4 %, bioestimulantes 45 % y bioplaguicidas 30 %.

Las bajas producciones están dadas fundamentalmente porque de los 208 centros de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos, 24 están paralizados por déficit de materias primas, retraso en la llegada de reactivos e insumos de importación y no disponibilidad de envases.

PRINCIPIOS DE POLÍTICA

  1. Incorporar el uso integral de los bioproductos en las tecnologías agrícolas de los diferentes cultivos (permanentes y temporales) como un complemento del manejo sostenible de nutrientes y el manejo integrado de plagas de conjunto con los fertilizantes y plaguicidas de origen mineral y químico.
  2. Incorporar los bioproductos en el Programa de Autoabastecimiento Municipal y otros del sistema de trabajo del Gobierno en los que inciden de manera directa, para chequear su cumplimiento y que su empleo en la actividad agropecuaria en todas las provincias se convierta en un indicador medible a fin de evaluar su impacto.
  3. Priorizar el uso de los bioproductos, garantizando la restitución de los nutrientes que se exportan del suelo mediante la cosecha en cada ciclo productivo y la protección del medio ambiente.
  4. Defender el concepto de desarrollo agroecológico del país y el empleo de los bioproductos que contribuya a alcanzar una agricultura sostenible.
  5. Complementar el uso de los bioproductos, con fertilizantes de origen mineral y químico, revitalizando la producción nacional de estos últimos, incluyendo la obtención y fabricación de materias primas locales.
  6. Evaluar la posibilidad de producir en el país urea, fósforo y potasio; extender el empleo de la zeolita como fertilizante, en combinación con los bioproductos.
  7. Garantizar, mediante la Investigación + Desarrollo + innovación, la obtención de los bioproductos de uso agrícola; la mejora continua de las tecnologías existentes, el proceso productivo y la calidad de forma más económica y eficiente.
  8. Mantener y fortalecer la red de investigación y producción de bioproductos, integrada por plantas pilotos de centros de Investigación, laboratorios de suelo y sanidad vegetal, centros de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE), plantas industriales de Labiofam, Azcuba y BioCubaFarma y producciones locales.
  9. Establecer el Banco de Microorganismos de uso agrícola para conservar y certificar la calidad de las cepas utilizadas en la investigación y producción de bioproductos.
  10. Garantizar el cumplimiento de las regulaciones de seguridad biológica, ambientales y sanitarias en las diferentes etapas de investigación, desarrollo, producción y aplicación de los bioproductos de uso agrícola.
  11. Garantizar el uso eficiente de las capacidades productivas existentes conforme a los requisitos de bioseguridad y crear nuevas, de ser necesario, para satisfacer las demandas en cantidad, surtido y calidad.
  12. Registrar todos los bioproductos de uso agrícola producidos a nivel industrial y semindustrial en el menor tiempo posible, previo a su comercialización.
  13. Crear capacidades para realizar los ensayos toxicológicos y ecotoxicológicos necesarios para obtener el registro. De ser preciso, identificar y acreditar otros laboratorios con posibilidades de realizar los mismos.
  14. Implementar el Sistema de Gestión de la Calidad en el proceso productivo de los bioproductos de uso agrícola y el de Control Estatal para su certificación.
  15. Establecer el sistema logístico para garantizar la investigación, desarrollo, producción, almacenamiento y comercialización de los bioproductos de uso agrícola hasta su distribución final a la base productiva.
  16. Asegurar que los bioproductos sean más baratos que los productos importados multiplicados por el tipo de cambio, lo que será un incentivo, así como diferenciar los precios de cara al mercado de los productos finales que resulten del manejo agroecológico.
  17. Monitorear cómo el incentivo natural de la devaluación de la moneda nacional impacta en los productores por el uso de bioproductos en relación con los productos importados.
  18. Cerrar el ciclo investigación – producción -comercialización de las tecnologías de bioproductos desarrolladas por entidades de ciencia y su licenciamiento a las unidades productivas.
  19. Implantar los estudios de impacto (técnico, económico y ambiental) que demuestren el uso seguro de los bioproductos y su compatibilidad con otros productos químicos y biológicos a diferentes escalas.
  20. Garantizar la preparación de los recursos humanos para asegurar los procesos de investigación, desarrollo, producción, comercialización y uso de los bioproductos.
  21. Potenciar el uso de los financiamientos provenientes de la exportación, los proyectos de colaboración e inversión extranjera para respaldar el programa de los bioproductos.

INDICADORES

  1. Recuperadas el 100 % de las capacidades instaladas para la producción de bioproductos, incluidas las plantas pilotos para continuar con la diversificación de productos.
  2. Cubierta el 100 % de la demanda de bioproductos de uso agrícola, sustituyendo aproximadamente entre un 25 y un 50 % de fertilizantes, un 40 % de plaguicidas de origen químico e incrementados gradualmente los rendimientos entre un 10 y un 20 %.
  3. Registrados el 100 % de los bioproductos de uso agrícola producidos a nivel industrial y semindustrial.
  4. Implementados los sistemas de Gestión de la Calidad en el 100 % de las entidades productivas y establecido el Sistema de Control Estatal.
  5. Licenciadas el 100 % de las tecnologías generadas por las entidades de ciencia a las unidades productivas.
  6. Inscritos en el registro de Fertilizantes y Plaguicidas al menos 20 nuevos bioproductos hasta el 2030.
  7. Actualizadas el 100 % de las estrategias de manejo sostenible de la nutrición e integrado de plagas de los diferentes cultivos con el uso de los bioproductos.
  8. Beneficiados el 100 % de los actores implicados en la cadena (investigación, desarrollo, producción, distribución y comercialización) de los bioproductos de uso agrícola.
  9. Evaluado el impacto técnico, económico y ambiental de al menos el 80 % los bioproductos de uso agrícola.
  10. Capacitados el 100 % de los técnicos, especialistas y productores vinculados a la investigación, producción y uso de los bioproductos.

 NORMAS JURÍDICAS QUE INSTRUMENTAN LA POLÍTICA:

Proyecto de Decreto Ley y Decreto Reglamento que se encuentra actualmente en proceso de aprobación.

Otros relacionados:

Documento íntegro Política Bioproductos



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Consejo de Ministros23/05/2023

Una respuesta

  1. Tengo entendido que para adquirir algún producto para el control de plagas es necesario que este se encuentre registrado en el país. ¿Pregunto, donde consulto este Registro? Que entidad es la encargada de su elaboración y/o publicación?

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