Virarse para la tierra, opción de los desmovilizados del Servicio Militar en Cienfuegos
Por: Armando Sáez Chávez / Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos
El Servicio Militar Activo, además de preparar a los jóvenes para cumplir con el sagrado deber de defender a la Patria, constituye una oportunidad tanto para los que desean permanecer en las Fuerzas Armadas Revolucionarias como para los que optan por continuar los estudios o insertarse en la vida laboral después de desmovilizados.
Así lo reafirma Orelvis Morales Jiménez quien hace diez años atrás encontró encausar su verdadera vocación campesina gracias al Decreto Ley 300, legislación que le proporció el disfrute de poco más de 26 hectáreas en usufructo, área que ha ido consolidando en el cultivo del arroz en la zona de Las Cajas, paraje de fértiles tierras en el municipio de Aguada.
“Por la primera vez se empieza, como reza en el dicho. Tenía mis conocimientos agrícolas heredados de mi padre, pero nunca había tenido la responsabilidad de hacerlo en mi propia finquita, con el favor de la Agricultura y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias una vez que cumplí con el Servicio, y agrega con cierto orgullo en sus ojos.
“Hoy le puedo asegurar que no soy segundo de nadie, y logro rendimientos arroceros como el que más, a pesar de las carencias de insumos, con la aplicación de métodos agroecológicos, como el nemátodo y la quema de gomas viejas en el combate de las plagas”, asegura el también socio de la Cooperativa de Créditos y Servicios Juan Manuel Márquez.
De los beneficios que le ha reportado el bregar del día a día bajo el sol y las inclemencias del tiempo y como premio al esfuerzo diario, da fe la compañera de la vida, y madre de los dos hijos de Orelvis, su esposa Yadira Rosas Díaz. “Por supuesto que han mejorado las condiciones de vida de la familia, imagínese que antes no teníamos casa, ni mucho menos muebles y otras medios del hogar, y ahora ustedes pueden ver”, afirma mientras con su mirada nos invita a corroborar con nuestros propios ojos sus palabras.
Similar fortuna experimentó Yuniel González Core, otro de los desmovilizados del Servicio que no vaciló en aprovechar la oferta de hacerse arrocero por la misma vía de Orelvis, el usufructuario colindante en la propia zona. “Comencé también en 2013 con 13,2 hectáreas, cuenta, y además de mis brazos dispongo del apoyo de mis cuatro hermanos y el resto de la familia, siempre que haga falta en la cosecha del grano y otras labores agrícolas”.
Recuerda el otrora soldado de la Región Militar Cienfuegos las condiciones en que se encontraban los hoy cultivados campos del preciado cereal, antes infectados de marabú y otras malezas indeseadas. “Tuve que trabajar fuerte, no lo crea, pero entre todos y respaldado por el buldoceo pudimos sanear los suelos machete en mano y mucho sacrificio”, rememora.
En alusión a mejores tiempos cuando disponían de abonos y productos químicos para enfrentar plagas y enfermedades del arroz, reconoce que han tenido que apelar a múltiples alternativas y a los consejos de los agricultores de mayor experiencia acumulada. “Sin embargo, aun con producciones más deprimidas por las escaseces, no ha faltado la voluntad de enfrentar las vicisitudes, y como lo esgrime Yunier, “siempre se puede”.
Y ni corto, ni perezoso, Orlando Suárez Curbelo quiso probar la misma suerte que la de sus coterráneos una vez que tuvo la baja del Servicio en sus manos. Solo que el bichito de la ganadería inculcado por su padre y su abuelo lo llevó a incursionar por ese derrotero.
“Desde el 2015 que salí del Servicio, precisa, no dejé pasar por alto la oportunidad de oferta de empleo y en especial poder disponer de tierras. Entonces floreció mi afición por las vacas que tenía desde niño, y poco a poco me fui haciendo del rebaño de más de treinta reses que hoy tengo”.
La alimentación del ganado, sobre todo en épocas de sequía, la realiza con ayuda del pastoreo hasta lugares distantes de su finca Guacamaya. Con la siembra de plantas proteicas, pastos y forrajes esa práctica pudiera variar, y así lo reconoce como una asignatura pendiente por resolver.
Por lo pronto, Orlando tiene contratados los cuarenta litros de leche diarios destinados a la industria láctea. Para él ha sido una constante ocupación las mejoras genéticas de la masa, siempre en busca del cruce de las razas más resistentes al clima y las enfermedades.
“Eso sí, comenta Orlandito como lo llaman aquí, todos en la comarca nos unimos para la vigilancia y el cuidado de los animales. Ya tuvimos una amarga experiencia en el enfrentamiento al delito de hurto y sacrificio y a partir de ahí nos pusimos de acuerdo en la guardia por tramos, con muy buenos resultados hasta la fecha por la no ocurrencia de hechos”.
De la inserción laboral a las tareas agrícolas de estos y otros jóvenes en el municipio de Aguada, Mayelín González Bolaños, jefa del Departamento de Registro de Tierras y Tractores en ese territorio, explica que son alrededor de veinte los desmovilizados del Servicio que se han vinculado a los beneficios con la Resolución 24 del ministro del giro y los diferentes decretos para usufructuarios.
Detalla la funcionaria que cinco de ellos se dedican al cultivo del arroz, siete lo hacen en la ganadería y otro tanto emplean los suelos en cultivos varios y otras producciones agropecuarias. “Soy del criterio de que el principal impacto para ellos está en la economía personal y familiar. Además los desmovilizados tienen la ventaja de acceder a la tierra con un trámite mucho más ágil. En todos los casos le damos sistemático seguimiento a los acogidos a esa modalidad de trabajo”.
Por su lado, el mayor Leovani Aguilar Salazar, segundo jefe de Organización y Personal de la Región Militar Cienfuegos, refiere que una vez llamado al Servicio, en las respectivas unidades donde son destacados, a los jóvenes combatientes se les explica desde el primer momento las propuestas y mencionó entre ellos los cursos de oficiales, suboficiales y sargentos instructores.
“Asimismo, si no deciden permanecer en las Fuerzas Armadas, argumenta Aguilar Salazar, una vez cumplido su Servicio, pueden continuar estudios superiores, si por los méritos y trayectoria se acogen a la Orden 18 del Ministro, como también tienen la posibilidad de insertarse laboralmente, para lo cual seis meses antes de desmovilizarse, organismos y empresas ofrecen plazas a cubrir, de acuerdo con la preparación para desempeñar diferentes oficios u ocupaciones. Por supuesto, la entrega de tierras en usufructo, mediante el actual Decreto Ley 358, está entre las opciones y hoy son 42 los beneficiados en la provincia”, que, dicho sea de paso, constituye una de las prioridades del país por su incidencia en el programa agroalimentario.
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