Una clase de torcido de Habano para no olvidar
Permitió a los asistentes al XXIV Festival del Habano acercarse a ese difícil oficio
Por: Juan Diego Nusa Peñalver | internet@granma.cu
Los asistentes al XXIV Festival del Habano, en su cuarta jornada, tuvieron la oportunidad de visitar las capitalinas fábricas de tabaco La Corona, Partagás, H. Upmann, El Laguito y Carlos Baliño, donde conocieron el proceso de elaboración «Totalmente a Mano» de un Habano y formar parte de una clase magistral de torcido en la que se acercaron al difícil oficio de confeccionar su propio Habano.
Asesorados por experimentados hombres y mujeres torcedores, el consenso de los visitantes fue que constituyó un momento para atesorar y contar a sus hijos y nietos una aventura, en la cual más de uno naufrago, reconociendo que es un trabajo nada fácil, a pesar de las explicaciones de los así llamados monitores.
En la emblemática fábrica El Laguito, cuna del afamado Habano Cohiba, creado en 1966 para el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y para regalos de Estado a dignatarios y personalidades extranjeras, el polaco Slawomir Bielicki sobre esta «prueba de fuego» no dejaba de pasarse las manos por la frente, no obstante ser este su segundo intento en su vida.
Con una nerviosa risa, este joven europeo, quien dijo fumar desde hace 11 años solo tabaco cubano, explicó que es una experiencia muy difícil, en la que se necesitan muchos años de oficio para convertirse en un buen torcedor o acercarse a serlo.
«Esta segunda vez me fue un poquito mejor, pero no pude lograr torcer totalmente mi tabaco, lo cual me frustró un poquito», aunque le gustó la clase magistral recibida en esa fábrica, ubicada en la calle 146 número 2302, entre 21A y 25, reparto capitalino de Cubanacán.
UNA TORCEDORA HECHA A LA MEDIDA
Así es la habanera torcedora Ana Isel Mederos Cano, especialista principal de calidad de la Empresa de tabaco torcido El Laguito, y quien a sus 56 años de edad es una torcedora hecha a la medida, ha sido nominada para el premio Mujer Habano en la categoría de producción del XXIV Festival del Habano.
Ella fue una de esas monitoras, que con paciencia ofreció sus conocimientos a los visitantes nacionales y extranjeros y condujo la visita por el centro.
Lleva en esa fábrica 25 años, 11 de ellos como torcedora y el resto en su actual responsabilidad, en los que se ha adentrado en los secretos del tabaco.
Expresó su confianza en los buenos torcedores que forma el país.
¿CÓMO CONFECCIONAR UN HABANO?
Se necesitan hasta seis tipos de hojas de tabaco para confeccionar un Habano, cada tipo especialmente cultivado y preparado con este fin.
Cuatro hojas para dar el sabor. Se mezclan fundamentalmente tres tipos de hojas para conformar la tripa, fuente de los ricos sabores y aromas que distinguen de inmediato a un Habano del resto de los puros.
–Volado: hoja de tabaco con la menor fortaleza, valorada especialmente por su combustibilidad; también conocida como 1.
–Seco: hoja de fortaleza media, la más importante para el aroma 2.
–Ligero: hoja de gran fortaleza, de quema lenta, para darle el toque de sabor 3.
Algunos Habanos incorporan una cuarta hoja que es muy escasa en su disponibilidad:
–Medio Tiempo: la hoja de mayor fortaleza, proveniente de las dos hojas superiores de la planta de tabaco de sol, y que las plantas producen dependiendo de las condiciones climáticas y de cultivo de cada cosecha. Muy pocas vitolas llevan este tipo de hoja 4.
Para confeccionar la estructura del tabaco se necesita:
–Capote: es la hoja especial que envuelve a las hojas que forman la tripa, define la forma del Habano y da un toque final a su calidad a la hora de fumarlo.
–La capa es una hoja exquisitamente fina y elástica. Forma la superficie exterior del Habano.
Según los conocedores, la capa contribuye en poco al sabor de un Habano, pero representa la culminación de la perfección de este puro.
Cada hoja se cultiva en el país para ser utilizada específicamente en la confección de los Habanos.