Una graduación que asegura energía al proceso agropecuario.
Por: Escuela Ramal del Ministerio de la Agricultura
El sistema de la agricultura cubana se ha propuesto para el desarrollo de la sociedad y la economía retos importantes que aseguran el futuro de la soberanía alimentaria. Además, trabaja por la implementación de un nuevo modelo de gestión, tendente a la descentralización que posibilitará el máximo protagonismo a los municipios en la búsqueda de soluciones y alternativas locales. Como se ha explicado en otras oportunidades todos estos retos exigen de directivos con una mentalidad nueva.
Razones entonces para la formación de una nueva generación de cuadros con enfoques participativos, que basen su gestión en la toma de decisiones colegiadas, de aquí que esta jornada estuviese premiada de alegría y entusiasmo, una graduación más dentro del sector agropecuario, DIPLOMADO EN GESTIÓN DEL SISTEMA AGROPECUARIO, (Directivos del futuro), es la formación para un grupo de jóvenes con perspectivas de formarse como reservas especiales del Ministerio de la Agricultura.
En el acto estuvieron presentes importantes directivos del sector, presidido por el viceministro Dionel San Loys Martínez: La Directora de la Escuela Ramal del Ministerio de la Agricultura Mevis Pérez Oras en su exposición explicó que, en este segundo grupo de la II edición, hubo una matrícula de 44 estudiantes de los que se graduaron los 44 para un 100% de ellos 16 mujeres y 28 hombres. Dijo además que, 32 pertenecen al sector estatal, 11 al sector empresarial y 1 al sector cooperativo.
Hasta la fecha han sido graduados 231 jóvenes de todo el sistema de la agricultura en el país, con una participación de la mayoría de las provincias y con ellas sus municipios.
Estos jóvenes con los que hoy se llega a una nueva graduación, deben ser capaces de gestionar de manera sostenible los procesos sustantivos del Sistema Agropecuario, a nivel de cooperativas, empresas, delegaciones municipales y provinciales. Los conocimientos teóricos se complementaron con el desarrollo de entrenamientos, lo que garantizan su preparación desde una concepción integral para la gestión del sector estatal, empresarial y cooperativo.
Esta etapa significa el final de un ciclo, al mismo tiempo simboliza el inicio de una nueva etapa en la que se requiere toda la energía y motivación para seguir avanzando hacia el logro de los objetivos propuestos por nuestro sistema agropecuario.
Ante el nuevo camino que se abre, cargado de retos y desafíos, recordar que el éxito no se mide por los triunfos logrados, sino por la capacidad de levantarse las veces que sean necesarias para lograr lo que nos proponemos.
Como las anteriores esta graduación de jóvenes Directivos del Futuro, seguros estamos de su empeño y responsabilidad, aquí están las luces, esas que ofrecen la energía que hace desaparecer las sombras. Felicitaciones.