Resistencia a los antimicrobianos
Por: Dra. Yolanda Capdevila Leal: Centro Nacional de Sanidad Animal (CENASA), perteneciente al Ministerio de la Agricultura
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una problemática creciente a nivel global y el interés de los gobiernos y organizaciones sanitarias a nivel mundial. Las soluciones existen y cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar para hacer frente a esta amenaza sanitaria.
El año 2014, la Asamblea Mundial de la Salud definió a la resistencia a los antimicrobianos (RAM) como una de las más graves amenazas para la salud pública y aprobó un Plan de Acción Mundial para luchar contra ella, con el objetivo de garantizar la continuidad de la prevención y el tratamiento de las enfermedades infecciosas. A partir de entonces, los países miembros han sido convocados a elaborar Planes Nacionales intersectoriales bajo el enfoque de Una Salud, lo que permite desarrollar estrategias desde todos los sectores relacionados al uso de antimicrobianos y a sus consecuencias ecológicas.
La problemática afecta no solo la salud de personas, animales y el ambiente en general, sino que puede generar impactos de índole productivo y comercial. Una de las estrategias para abordar esta problemática es el enfoque de Una Salud, y en este sentido la OPS adoptó este concepto dentro de sus políticas sanitarias. El enfoque destaca la participación multidisciplinaria y casi que holística para combatir la RAM y es así que cada profesión o actividad laboral genera unas responsabilidades casi que innatas para la profesión veterinaria, entre otras.
La Estrategia de la OMSA sobre la resistencia antimicrobiana está en consonancia con el Plan de Acción Mundial de la OMS y reconoce la importancia de un enfoque de «Una sola salud» que incluya la salud humana y animal, y las necesidades agrícolas y medioambientales. Describe los objetivos y las tácticas de la OMSA para apoyar a los Países Miembros en su lucha contra la RAM y para fomentar la aplicación nacional de las normas internacionales.
Los veterinarios tienen un rol fundamental para este propósito, ya que son ellos quienes integran la aplicabilidad de estrategias de promoción y prevención a nivel agropecuario, y de consolidación e interlocución entre los diferentes componentes del enfoque (animal, humano, ambiente) desde el ámbito de la salud pública veterinaria.
La resistencia a los antimicrobianos pone en peligro la eficacia de la prevención y el tratamiento de una serie cada vez mayor de infecciones por virus, bacterias, hongos y parásitos, por lo que supone una amenaza cada vez mayor para la salud pública mundial y requiere medidas por parte de todos los sectores del gobierno y la sociedad.
La adopción de normas internacionales para el uso responsable de los antibióticos y las directrices establecidas por la OMS y FAO a través del Codex Alimentarius y la OMSA son fundamentales para hacer frente al desafío que representa el problema de la resistencia a los antimicrobianos.
No es una opción dejar de utilizarlos cuando se justifica en términos médicos. Nuestro deber es proteger la sanidad y el bienestar de los animales.