Proyecto de Innovación Agropecuaria local (Pial): ¿Y después?
Por: Anaisis Hidalgo Rodríguez (Tomado del Periódico La Demajagua)
Tres cosas agradece el máster en Ciencias Pedro Ignacio Castillo Fonseca en su formación académica, y como ser humano: una es su Patria; otra, el Instituto de investigaciones agropecuarias Jorge Dimitrov, plantel al cual llegó siendo técnico y se hizo profesional; la tercera, es el Proyecto de innovación agropecuaria local (Pial), que lo puso a prueba como líder en Granma de un proyecto internacional para compartir con una extensa familia de profesionales y productores.
Hace dos décadas esta renovadora iniciativa, impulsó el conocimiento aplicado a la producción agropecuaria, con el propósito de socializar buenas prácticas entre los actores principales de esta actividad socioeconómica: los productores y productoras.
Apostó por la capacitación desde una perspectiva diferente, sobre la base de las experiencias en el surco, y del intercambio cara a cara con el campesinado en su propio escenario. Hoy, cierra con invaluables resultados, pero a la vez, abre el sendero hacia nuevas perspectivas en materia de desarrollo agropecuario.
DE PROGRAMA A SISTEMA
“Se concibió en sus inicios como un programa, sin embargo, nos dimos cuenta de que podía ser más abarcador, los retos, en aras del desarrollo agropecuario, se han incrementado y la plataforma se nos había quedado pequeña.
“Hemos logrado excelentes experiencias, ahora resta institucionalizarlas, por eso se definió como Sistema de innovación agropecuaria local (Sial)”, refiere Pedro Ignacio Castillo Fonseca, coordinador del Pial en Granma.
El epicentro lo constituyen los grupos de innovación agropecuaria local (Gial), de los cuales en este territorio existen más de 60 que asocian productores partiendo de sus afinidades productivas. A ellos se les crean las necesidades que se gestionan en la plataforma, llamada a resolver los denominados “cuellos de botellas” en las producciones locales.
“Se creó, además, un grupo de facilitadores multidisciplinario para enfrentar todas las necesidades que desde el punto de vista técnico puede presentársele a los productores, por ejemplo, si alguno tiene dificultades en la reproducción de la cabra, se lleva un laboratorio interactivo a su finca; se toman muestras y se determina si es a causa de algún parásito.
“En este caso se deja una serie de recomendaciones al productor, principal gestor en la aplicación de estos resultados”, ejemplifica Castillo Fonseca.
Pial abarca elementos indispensables en la vida del campesinado: la transversalización de género, el trabajo con jóvenes y la adaptación al cambio climático y su mitigación, fomentando la resiliencia ante los fenómenos climatológicos.
Se distingue por una plataforma multiactoral de gestión, integrada por aquellos que tengan relación con la producción agropecuaria. Aunque los centros universitarios municipales lideran este trabajo, se afianzó en los gobiernos locales, de manera que pueden cambiar los actores, pero la plataforma persiste, respaldada por resolución de los Consejos de Administración municipales.
RESULTADOS
“En todo este recorrido, el Pial ha impactado en la formación académica de numerosos profesionales, algunos de los cuales aprobaron el diplomado Sial, mientras otros se han graduado de esta especialidad.