Por una gestión forestal sostenible
Por: Grupo Web del MINAG y Dirección Forestal
El Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, durante el chequeo del Macroprograma de Recursos Naturales y Medio Ambiente en enero de 2022, como parte del Proyecto Gestión Sostenible de bosques y Árboles fuera del bosque, aprobó 19 medidas para mejorar la Gestión Forestal Sostenible.
El Programa de Reforestación, iniciado en 1959, muestra un crecimiento sostenido de la cobertura forestal en el país. Este alcanzó en 2020 un índice de boscosidad de 31,8% contra un 13,6% en 1959. Por tanto, la superficie de bosques creció de 1 millón 769 hectáreas a 3 millones 301 mil 204 hectáreas.
En tanto, este resultado concreto demuestra el compromiso de Cuba con los objetivos de mitigación de los efectos del cambio climático (reducción de las emisiones netas de gases de efecto invernadero mediante la remoción de CO2); al cumplimiento del objetivo 15 de los ODS; al cumplimiento de la meta 14 del Programa Nacional sobre la Diversidad Biológica y al cumplimiento de las metas 5, 14 y 15 de las Metas de Aichi sobre Biodiversidad.
Las líneas de trabajo para la Gestión Forestal Sostenible aprobadas estimulan el incremento continuo de la cobertura forestal del país, la conservación y manejo efectivo de los bosques, para contrarrestar 17 problemáticas en la silvicultura cubana, la producción, protección y conservación de los bosques, la flora y la fauna silvestres.
Incrementar la productividad de los ecosistemas forestales, paralelo a una mayor oferta en cantidad y calidad de bienes y servicios ambientales, contribuir a la resiliencia de los propios ecosistemas, los paisajes productivos, los macizos montañosos, las cuencas hidrográficas y los asentamientos humanos; son algunas de las principales líneas de trabajo de la gestión forestal sostenible.
Las 19 medidas están agrupadas en organizativas, económico-financieras, de gobierno y de respaldo. Su implementación y cumplimiento requiere formas de pensar y actuar diferente, por tanto, demanda cambio dinamismo y compromiso en los actores directos.
En este sentido, en el paquete de medidas resaltan las propuestas de cambios mecanismos económico-financieros, como la forma de bonificación vigente para tener en cuenta resultados concretos en la gestión. Además, la actualización de la base legislativa para cubrir los vacíos legales existentes, sobre todo en materia de la gestión de los verdes urbanos y la conservación de la flora y la fauna silvestres.
Por otro lado, destaca la reanimación del sistema de reforestación y aplicación de mecanismos para incrementar la participación de la población, mediante los principios fundacionales del Plan Manatí. También, impone renovar las acciones dirigidas a la formación y fortalecimiento de capacidades y la divulgación y educación ambiental.
Otros aspectos notables son aquellos que no generan cambios, pero preveén un incremento en la intensidad del trabajo para enfrentar las causas de problemas existentes, ejemplo, la ordenación forestal. Las propuestas exigen la aplicación constante de la ciencia y la innovación.
El análisis y aprobación de la Política Forestal, Flora y Fauna Silvestres, aun cuando no está incluida en el cronograma legislativo de la República hasta el 2025, se trabaja en los dos instrumentos de política, la base legal y el Programa Forestal Nacional hasta el 2030.
En ambos se asienta el contenido de las 19 medidas, a través de grupos de trabajo con participación en las diferentes estructuras del sector, gobiernos locales y la población. Para evaluar el cumplimiento de la propuesta están definidos 49 criterios de medida y su impacto se medirá sobre la base de 14 indicadores.