
Para destrabar la producción agropecuaria en Mayarí
Por: Maribel Flamand Sánchez y delegación de Holguín
Escuchar de los pilares de la producción de alimentos provenientes de la agricultura las cuestiones que les entorpecen garantizar más comidas para el pueblo y reflexionar sobre el asunto fue la motivación principal del encuentro sostenido este domingo por el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca con campesinos e integrantes de formas productivas asociadas a la Empresa Agropecuaria Guatemala.
A la sombra de un árbol frondoso, en la comunidad Valle 2, perteneciente al consejo popular Chavaleta, en el municipio holguinero de Mayarí, se realizó el intercambio al que asistieron Ernesto Santiesteban Velázquez, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Holguín, Julio César Estupiñán Rodríguez, gobernador, Ydael Pérez Brito, ministro de la agricultura, y representantes de organismos con incidencia en el desempeño de los productores.
Tan libres como la brisa que refrescaba el lugar fueron las intervenciones de quienes expresaron sus preocupaciones y señalaron a quienes consideraron responsables de las contrariedades que dañan a la agricultura en Mayarí, como la burocracia que dilata procesos como la entrega de tierras en usufructos, entorpece la adquisición de financiamiento y permisos para la venta liberada de carne vacuna, complejiza el acceso a la moneda libremente convertible para la realización de inversiones o la adquisición de insumos.
De las intervenciones de aquellos hombres defensores de su apego al surco como fuente de vida se denota cuán distante se está aún de la aplicación efectiva de las 63 medidas para estimular la producción agropecuaria. A dos años de la aprobación de las normativas existen dependencias de entidades intermedias para comercialización cuando existe libertad para la selección del mercado.
Lorenzo Herrera Suárez, un cooperativista ganadero de 80 años y vitalidad suficiente para continuar sacándole provecho a su rebaño, fue el primero en expresar categórico que “la agricultura con trabas y justificaciones no da frutos”. Recordó períodos cuando en esas extensiones de terreno se garantizaban, incluso con menos agua, más de las 40 libras de viandas per capitas que hoy se piden para el pueblo y solo 200 hombres producían para abastecer a Cueto, Holguín y Moa porque había amor al trabajo y menos trabas que disgustan al campesino.
Alexander Escalona, usufructuario de una finca para semillas, habló de morosidad en la reparación de las conductoras rotas, por lo que el riego es hoy un problema.
Ante cambios pocos favorables experimentados entre gente de nuestros campos propuso ir al rescate de tradiciones campesinas, como la crianza de animales para el consumo familiar y el uso de la yunta de buey para preparar las parcelas.
Mencionó también los impagos como un flagelo presente y desestimulante para el campesino y ejemplificó cómo para cultivar más de 10 hectáreas se necesitan hombres para trabajarlas y dinero para pagarles. “Sin solvencia económica todo se va al piso”, sentenció.
La necesidad de cerrar filas contra el saqueo en las plantaciones, los incumplimientos con los horarios de acarreo de la leche, los impagos, tanto en moneda nacional como en libremente convertible y los precios de comercialización de insumos fueron otras de las cuestiones tratadas en el encuentro.
Tapia Fonseca ratificó al productor como eslabón fundamental dentro de la agricultura, “y como tal ha de atendérsele”, dijo. Rectificó métodos de trabajo, como la deficiente vinculación con el hombre, no desde la oficina sino en el surco, para aclarar sus dudas, capacitarlos; recomendó el empleo del extensionismo agrario, elemental para el incremento de la productividad del trabajo a partir de la aplicación de técnicas y conocimientos desarrollados a través de la investigación científica.
La construcción de viviendas para el productor, cuyo plan en el territorio está muy por debajo de las demandas, fue otro tema tratado y vital ante la migración lamentable de los hombres del campo hacia la ciudad, aun cuando este programa no está restringido a un plan, según explicó el Ministro de la Agricultura.
Al final del encuentro quedó claro que hay mucha burocracia por derribar para que el campesino produzca sin entorpecimientos. Tapia Fonseca anunció un encuentro similar para el mes de noviembre, ojala para entonces tengamos resultados mejores que mostrar y menos quejas por parte de los campesinos, dispuesto a continuar su misión ancestral de producir comida para el pueblo.




