
Palmas para el futuro
Por: Ronald Suárez Rivas, Delegación de Pinar del Río.
Mirando con luz larga, apostando por su desarrollo a futuro, la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco (ABT) de Pinar del Río pone en marcha un proyecto para la siembra de palmas reales.
La iniciativa tiene el propósito de autoabastecerse de una materia prima imprescindible –la yagüa–, en el proceso productivo de preservación del tabaco, que en los últimos años ha tenido que ir a buscar al centro y oriente del país.
Los especialistas aseguran que para conservar durante largos periodos el tabaco cosechado, no hay nada como la yagua de palma. Con ellas se ha empacado desde hace siglos, para que la aromática hoja no pierda propiedades mientras permanece en almacenes o viaja hasta Asia o Europa.
Pero la disminución que han experimentado las poblaciones de palmas reales en Vueltabajo, debido al azote de los huracanes y a la falta de una política de reforestación, ha provocado tensión en la preindustria tabacalera.
Mireya García, directora de desarrollo de la ABT pinareña, reconoce que el déficit de yagua en ocasiones ha traído como consecuencia atrasos en los embalajes de tabaco y, por consiguiente, en la comercialización. Ante la escasez, se han buscado alternativas, como el empleo de tela aspillera, similar a la que se usa en la elaboración de sacos. Sin embargo, los especialistas afirman que el efecto no es el mismo.
Benito Echevarría, jefe de la Unidad Comercializadora de Tabaco en Rama Vizcaíno, argumenta que además de ser importada y costosa, la tela no es tan efectiva en la conservación de un producto que se debe distinguir, precisamente, por su textura, color y su aroma. «La yagua actúa como un humidor natural. Es como un abrigo que mantiene el tabaco por largos periodos», dice.
En los almacenes que dirige, Benito señala que existen lotes que se han preservado por años. Para garantizar los cientos de miles de yaguas que necesita anualmente, la empresa pinareña ha tenido que acudir a las provincias del centro y el oriente del país, con un gasto significativo de combustible, medios de transporte y fuerza de trabajo. Además, con muchas más probabilidades de que sufran daños durante el traslado a lo largo de cientos de kilómetros.
Solo en el 2022, es preciso traer 276 000 unidades de esos territorios para poder asumir los compromisos productivos. La gran mayoría serían de Camagüey, una provincia a la que han tenido que enviar medios y equipos para apoyar las labores de recogida. Entre ellos, dos tractores con carretas, mantas y machetes.
Aunque de momento no hay otra opción, el proyecto para el rescate de la palma real tiene el objetivo de cambiar esa realidad en el mediano plazo. Para ello, Mireya explica que con la intención de romper el hielo, ya se obtuvieron 20 000 plantas en el vivero de un campesino de la cooperativa Hermanos Saíz Montes de Oca, y fueron sembradas en tierras cercanas a la autopista Habana-Pinar del Río.
Por otra parte, se trabaja en el establecimiento de un nuevo vivero en un área estatal ubicada en la zona de La Lucila, que permita la sostenibilidad de esta iniciativa.
La directora de desarrollo de la ABT asegura que de manera paralela, se ha establecido un plan de siembra para todas las cooperativas del territorio.
La idea, es ubicarlas en las márgenes de los ríos, presas, micropresas y otros sitios que no compitan con las áreas agrícolas, advierte.
A parte de las yaguas para el embalaje del tabaco, Mireya añade que el proyecto –que ha tenido la asesoría de la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca- aportará también importantes volúmenes de palmiche para la alimentación animal en los módulos pecuarios que está fomentando su entidad.
Según la bibliografía que han consultado, la funcionaria estima que se requieren entre siete y diez años para que las primeras palmas sembradas empiecen a rendir frutos. «Este es un programa de desarrollo a mediano plazo», dice. No obstante, esa es otra de sus virtudes, en un contexto en el que muchas empresas se concentran en lo que puede darles resultado de inmediato o en pocos meses y no suelen mirar hacia el futuro.
