Por: Delegación Provincial de Holguín
Es importante definir y reflexionar que las exportaciones no son “coser y cantar”, aunque algunos empresarios o directivos, en el loable afán de cumplir los propósitos sigan con la vieja mentalidad del voluntarismo, aspecto que ha venido a desmembrar, desde la raíz, el Ordenamiento y la actualización de nuestro modelo económico, donde no puede darse “una puntada sin dedal”, lo que trae consigo que debemos prepararnos.
En nuestras entidades debemos aprender y es un empeño, sobre todo en calidad, presentación de los productos, cumplimiento de los requisitos, información e incluso las normativas internacionales que rigen procesos tan complicados como la exportación y la importación.
Para organizar estos asuntos surgió, en febrero del 2020, el Departamento de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Cooperación Internacional, del Gobierno Provincial, que está atendido metodológicamente por el Ministerio del Comercio Exterior pero orientado a fomentar la vocación exportadora en nuestra provincia desde los municipios, con el objetivo de insertar, como establece la Resolución 315 del 2020 del Ministerio de Comercio Exterior, a las Formas de Gestión no Estatales (FGNE) en este proceso.
Leonardo Bruzón Reynaldo, al frente del nuevo departamento explica que ya se han realizado más de 20 acciones de capacitación, con más de 600 participantes de las formas productivas, entre ellos se preparo en curso Formación de Formadores ONLINE a un grupo de especialistas de diferentes sectores que tendrán la misión de capacitar a las entidades del sector, para lograr mejores éxitos en esta misión en los que se incluye el MINAG.
En un primer acercamiento se identificaron 142 FNGE con potencialidades, de ellas 137 de la agricultura y el resto de otros productos o servicios, en especial talabarteros, ebanistas, artesanos artistas, rotuladores, entre otras importantes disciplinas y retoma, además, un papel fundamental la Sanidad Vegetal, por los certificados que demanda cada producción.
Entre las principales ofertas posibles están licores, pimentón dulce, ajo en polvo, pasta de ajo, colorantes, madera, carbón vegetal, recubrimientos, piezas para adorno de jardines, muebles, barandales, columnas torneadas, instrumentos musicales, frutas, muebles de Bambú, monturas, gallos finos, entre otros.
Sin embargo, Bruzón Reynaldo, aseveró: “La participación de las formas de gestión no estatales en el comercio exterior tiene un marco regulatorio, puede hacerse a través de empresas con facultad importadora. En Cuba hay 44 entidades de este tipo, de ellas solo 12 poseen representación en Holguín”.
Entre las entidades especializadas en estas funciones están el Fondo Cubano de Bienes Culturales, Maquimport, Frutas Selectas, Dived, Cimex, Etecsa, Copextel, entre otras. Cada empresa expresa sus condiciones, sus precios, que incluyen gastos operacionales, certificación, aduana, los productos tienen su margen comercial aprobado por MINCEX y el cliente decide con quien firma el contrato.
Los primeros pasos, hasta ahora, han sido muy discretos y así lo demuestra la primera exportación a Canadá, realizada por una FGNE de la zona de La Jíquima, que logró comercializar berenjenas, con determinada aceptación, recibió un pago (casi simbólico) y no pudo mantener la sostenibilidad de esa entrega.
Las producciones actuales, sobre todo aquellas identificadas en CPA y CCS, que en la mayoría de las ocasiones ni abastecen el mercado, distan mucho de lo necesario para cumplir todos los requisitos de la exportación en presentación, parámetros informativos, calidad y sostenibilidad del compromiso contraído con los clientes, porque definitivamente, llevar un producto a la venta fuera del país no es, como algunos piensan, asunto de “coser y cantar”.