Nueva planta de sustrato: invertir para producir

Por: José Aníbal Ramos Torrente

22 de septiembre 2024

DIEZ TRABAJADORES en turnos de ocho horas diarias tienen la responsabilidad de lograr las 1 394 toneladas de sustratos necesarias para la campaña tabacalera. Fotos: JART
DIEZ TRABAJADORES en turnos de ocho horas diarias tienen la responsabilidad de lograr las 1 394 toneladas de sustratos necesarias para la campaña tabacalera. Fotos: JART

Muy próxima a su fase constructiva final se encuentra la Planta de Sustrato de la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco (ABT) Lázaro Peña, perteneciente al grupo empresarial Tabacuba y ubicada en San Antonio de los Baños.

La nueva planta es un proyecto que comenzó a ejecutarse en el año 2017, con todo el proceso de planificación y permisologías para la reparación de la antigua estructura y acometer nuevas obras donde se montaría el moderno equipamiento tecnológico.

Acuerdos con tres empresas constructoras para el movimiento de tierras no rindieron frutos, hasta el realizado con una empresa de Pinar del Río, perteneciente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y con base en La Habana, la cual logró cumplir con la tarea, explicó Rogelio Umoa Cabrera, Director de Desarrollo y Logística de la empresa ABT Lázaro Peña.

Según el directivo, el presupuesto que se ejecuta es de 2, 95 millones de euros y 31 millones de pesos en moneda nacional, cifra que permitió la compra del equipamiento a través de la empresa española Mercantes Caribe. El cronograma, previsto para culminar las obras en agosto, se vio afectado por la mencionada demora en el movimiento de tierras. Hoy es distinto el panorama, pues la planta se encuentra al 90 por ciento(%), por lo que Umoa estima que para el mes de diciembre esté concluida la parte de construcción civil. Resta fundir aceras, montar los tanques elevados para el suministro de agua y cerrar los depósitos donde irá la materia prima imprescindible para crear el sustrato.

Hablemos de sustrato

 

 

El sustrato es una mezcla de elementos que ejercen un trabajo de soporte para la planta y ofrecen algún tipo de nutriente para su desarrollo.

En el caso del cultivo del tabaco, es ampliamente utilizado este tipo de mezclas en la producción de posturas, explica Barbara Fleites, jefa de brigada, quien además agrega que el sustrato se utiliza para llenar las bandejas donde se siembra la semilla del tabaco hasta que alcance el tamaño adecuado y se trasplanta mediante la técnica del cepellón, nombre que se le da a la masa que queda pegada a las raíces de las plantas y que adopta la forma de la maceta en la que se encuentran.

Amplía Fleites que el uso del sustrato tiene gran importancia, al estar conformado con un 55 % de turba rubia, un material fibroso totalmente orgánico formado por la acumulación de musgo. Se caracteriza por su color marrón claro, estructura gruesa y ligera, y su alta capacidad de absorción de agua. Esto la hace ideal para el cultivo, pues retiene la humedad y permite la oxigenación del suelo.

Contiene, además, un 40 % de fibra de coco y un 5 % de zeolita (mineral de origen volcánico que se utiliza en la agricultura como un “fertilizante inteligente”, porque mejora las propiedades del suelo y la capacidad de retención de nutrientes y agua. La zeolita retiene minerales como potasio, calcio, magnesio y nitrógeno, liberándolos lentamente para que las plantas los absorban)

Estos componentes son importados a un alto costo, aspecto que obliga a trabajar con eficiencia para obtener altos índices de producción.

Garantizar la producción tabacalera

 

 

Diez trabajadores en turnos de ocho horas diarias, tienen la responsabilidad de lograr las 1 394 toneladas de sustrato necesarias para la campaña tabacalera.

Tenemos la materia prima garantizada para alcanzar estos niveles de producción, expresó Umoa Cabrera. “Aunque la planta no está en plena capacidad estamos produciendo, aunque nos hemos visto afectados por la parte eléctrica al tener que trabajar con un grupo electrógeno. Tenemos planificada la instalación de un banco de transformadores en el momento en que la situación energética del país lo permita”.

“Cuando concluyan las labores constructivas, se podrá utilizar el equipamiento en toda su capacidad lo que permitirá abastecer a nuestra empresa y firmar contratos con otras empresas y organismos que necesiten el sustrato para sus plantaciones”, recalcó Umoa Cabrera. La instalación cuenta además con un laboratorio para el análisis de muestras que permitan certificar la calidad del producto final.

Excelentes resultados avalan el trabajo de la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco (ABT) Lázaro Peña. Sus trabajadores tradicionalmente garantizan entre el 50 y el 60 % de las capas de tabaco para el torcido de los Habanos, un rubro exportable tan necesario para la entrada de divisas al país. Esta planta dará, sin dudas, un impulso a la producción de tan importante producto.



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