Por: Arcadio Ríos(Iagric)
A pesar de las enormes inversiones realizadas para el desarrollo del riego en Cuba durante todo el período revolucionario, es aún muy pequeña el área realmente regada y sin embargo el 70 % del agua disponible se dedica al riego. Contamos con 2,7 millones de superficie agrícola con condiciones para ser irrigadas que es el 31 % de la superficie cultivada, pero actualmente solo se riega el 21,6 % del área potencial que es el 8,7 % del área cultivable.
Pero incluso en esta pequeña cantidad de áreas bajo riego, se enfrentan numerosos problemas: baja productividad y eficiencia en el uso del agua y necesidad de incrementar la superficie bajo riego.
Entre las causas se pueden mencionar la deficiente organización de la operación y el mantenimiento de los sistemas de riego, la necesidad de incremento en cantidad y variedad de la producción en nuestro país de equipos y piezas para el riego, la insuficiente atención a los problemas de mal drenaje en las áreas agrícolas y la poca disponibilidad de personal con nivel técnico suficiente.
El Programa Hidráulico Nacional hasta 2030 prevé, entre otros, los siguientes resultados: incremento de la eficiencia de riego global promedio nacional hasta un 74 %; disminución de las pérdidas de agua en un 18 %, lo que representa un ahorro total de 224 millones de m3; y aumento promedio del 33 % de la productividad del agua en cultivos de importancia agrícola.
El aporte de la ciencia
Son numerosas las investigaciones que se hacen sobre estos temas, y los resultados pueden resumirse en:
Uso eficiente del agua: Determinación de los requerimientos de agua de los cultivos; Cuando y cuanto regar; Productividad del agua; Función agua rendimiento; Calidad del agua para riego; Hidrometría; Modelación del efecto del riego y el clima
Tecnologías de riego: Parámetros para el diseño de sistemas de riego; Operación de sistemas de riego; Mantenimiento de sistemas de riego; Qué técnica utilizar y donde utilizarla.
Drenaje y recuperación de suelos salinos: Propiedades hidrofísicas de los suelos; Resistencia de los cultivos al exceso de humedad; Solución del drenaje.
Un ejemplo de lo que puede lograrse
Entre las investigaciones que se realizan algunas se enfocan a la modernización de del riego superficial. En la provincia de Pinar del Río se comparó desde el punto de vista productivo y ambiental la técnica de riego por pulsos con el riego superficial tradicional. La investigación se desarrolló en tres áreas de estudio, dos de ellas dedicadas al cultivo del tabaco en fincas del municipio Consolación del Sur, y la tercera dedicada a los cultivos del tomate y el frijol en el municipio Los Palacios. La evaluación se llevó a cabo con tres sistemas de riego por pulsos, compuestos por mangas de polietileno, compuertas BG, válvula pyr con controlador Star y tanques de compensación.
Los resultados obtenidos mostraron un incremento de un 19 % en la eficiencia del uso del agua, el ahorro del 27 % de energía eléctrica utilizada, reducción de la mano de obra en un 56 %, el aumento de un 25 % de la producción y la reducción en un 42 % el agua utilizada. El estudio demostró que el riego por pulsos además de aumentar los rendimientos agrícolas y humanizar el trabajo, aumenta la eficiencia del uso del agua y disminuye el consumo de energía.