La noble labor de reforestar

Oel Bugai Artola, director forestal de laEmpresa Agroforestal FOTO: Yuniesky La Rosa
Oel Bugai Artola, director forestal de la Empresa Agroforestal
FOTO: Yuniesky La Rosa

La Isla de la Juventud está catalogada como uno de los mejores territorios del país en el índice de boscosidad, pues posee la mayoría de las áreas cubiertas de bosque, así lo confirmó Oel Bugai Artola, director forestal de la Empresa Agroforestal del municipio.

Dicha entidad posee un patrimonio forestal de 54 000 hectáreas (ha) y ya tiene alrededor del 63 por ciento de esa superficie reforestada.

Según nos cuenta Bugai Artola existen otras que como parte del plan de desarrollo hasta el 2030 deben reforestarse para completar la mayor extensión posible de las hectáreas bajo su responsabilidad. Al respecto especificó que la campaña de reforestación arranca con la contienda de siembra que inicia el 21 de junio –Día del Trabajador Forestal– y termina el 15 de octubre.

“Durante esa etapa ejecutamos la reforestación, que es la época de siembra de las plantaciones forestales –precisó–; en noviembre comenzamos con la preparación del vivero, se empieza con la semilla de coníferas (el pino) que tarda seis meses; a partir de marzo se ponen las latifolias (acacia, eucalipto, roble) y el resto de las plantas que sembramos en el vivero.

“Luego nos dedicamos a la preparación de tierras, el 21 de junio comenzamos con la siembra, trasladamos las posturas al campo y a partir de ahí corresponden los trabajos de cuidado y mantenimiento durante tres años. Le damos tres mantenimientos y por la dinámica forestal, tras tres años pasan a formar parte de nuestro patrimonio.

“A partir de ahí se le realizan otros tratamientos como la limpia, poda, se van raleando, sustraemos las plantas enfermas y se hace la supervivencia, las que fallaron se resiembran para que esté compacto el campo completo”.

La madera que se obtiene de los recursos forestales es de gran utilidad para el impulso de la economía del territorio, de ahí la importancia de lograr un manejo sostenible en esta actividad.

Por ejemplo el pino se emplea en la industria como madera aserrada para el programa de la vivienda, en la construcción de inmuebles para casos sociales, así como otras actividades de la economía que requieren de este tipo de recurso. La acacia es aprovechada con fines energéticos, al cortarse se traslada con destino a la planta de biomasa forestal, donde se quema para la obtención de energía eléctrica.

En el caso del eucalipto se utiliza en el programa tabacalero, en la construcción de las casas de cura de tabaco, para los postes de las estructuras del tapado en las plantaciones y para los cujes empleados en el proceso de secado de la hoja.

Esas son las variedades fundamentales que plantan con el propósito de garantizar las diferentes actividades de la economía de la Isla.

MANTENIMIENTOS, TRATAMIENTOS, CORTE…

FOTOS: Yuniesky La Rosa
FOTOS: Yuniesky La Rosa

“El pino debe cortarse por normas técnicas a partir de los 25 años que es cuando está listo para la industria –explicó Oel–, la acacia entre cinco y siete años, mientras el eucalipto que es de crecimiento rápido está listo a los cinco o seis años.

“Tenemos un registro llamado ordenación forestal y en él cada plantación tiene un expediente por el cual nos guiamos según las labores y actividades que corresponden ejecutar en cada etapa.

“De uno a tres años acometemos los mantenimientos a la plantación joven por esa edad; en lo adelante se realizan los otros tratamientos: limpia, poda, realeo… para que al final queden 600 árboles por hectárea que es lo establecido y de esta manera obtener un buen árbol”.

Detalló que luego los técnicos se dirigen al campo a efectuar mediciones, muestreos y cuando las medidas oscilen entre 20 o 21 centímetros (cm) o más de diámetro se envían para la industria. Aclaró que para solera el diámetro debe ser de 14 cm, por su parte las varas destinadas a la construcción de viviendas el diámetro es de nueve a 12 cm.

“Para cada propósito existe una medida diferente, o sea, normas técnicas establecidas, ya sea vara, solera u horcones. Asimismo, se hace la evaluación de área, certificada por el Servicio Estatal Forestal que son quienes nos supervisan y radican en la Delegación de la Agricultura.

“Antes de cortar un área hacemos la evaluación de ese entorno, se la entregamos al Servicio Estatal Forestal y ellos deciden si está en el rango establecido para proceder con el corte”.

LAS SEMILLAS, PUNTO DE PARTIDA

FOTO: Yuniesky La Rosa
FOTO: Yuniesky La Rosa

“En la Isla contamos con dos masas semilleras, tenemos las de pino hembra y las de pino macho. La semilla tiene que estar certificada, pero como no tenemos el banco y ni el proceso, la traemos del Centro Experimental de Semilla de Pinar del Río, hasta que desarrollemos nuestra propia semilla  en el centro que planificamos crear. De Pinar traemos las de eucalipto, acacia y de aquí utilizamos las endémicas como el roble, teca, majagua”.

Destacó que el proceso comienza en el vivero, desde donde salen las posturas certificadas por Sanidad Vegetal.

“Tenemos una brigada de reforestación integrada por 30 hombres –conocida como los Galanos–. Ellos ejecutan las labores correspondientes desde que la planta sale del vivero, se siembra el árbol y se ocupan de los cuidados y mantenimientos de esa plantación joven hasta que tenga cierta edad y entra entonces la brigada de tratamiento conformada por 15 compañero; finalmente le corresponde al grupo de corte de bolos compuesta por diez trabajadores”.

Ese camino concluye en el aserrío, donde se procesa la madera para la elaboración de tablas, cuadrantes y el resto de los surtidos que se obtienen con este valioso recurso.

ALTERNATIVAS ANTE LA ESCASEZ

La Empresa Agroforestal también sufre la escasez de insumos y productos químicos. Ante tal panorama, al igual que el resto de los agricultores de la Isla, han tenido que incrementar el uso de los compuestos biológicos.

En ese sentido señaló el director forestal que aplican remedios para contrarrestar las plagas; por ejemplo, a la hora de combatir la babosa elaboran trampas con aserrín para impedir su paso, contra la humedad utilizan el cobre que permite evitar el hongo y la humedad en las bolsas.

“A la Empresa Labiofam le compramos los productos elaborados aquí en el territorio y con la Geominera adquirimos la zeolita y la agromena; además, usamos gallinaza, estiércol de animales y compuestos biológicos en sustitución de la urea y la fórmula completa.

“Al pino, aunque es una planta fuerte, le perjudica mucho una enfermedad que lo ataca cuando está creciendo provocándole partiduras; hacemos trampas para contrarrestar el grillo y las palomas que golpean mucho; atacan generalmente en las tardes, de ahí que reforcemos la vigilancia en ese horario”.

Para nadie es secreto la importancia e impacto de los bosques en la vida del planeta. Los macizos verdes constituyen ecosistemas diversos que abrigan a la mayoría de las especies de plantas y animales terrestres sirviendo como su hábitat, además ayudan a mitigar los efectos del calentamiento global.

Por ello promover su cuidado y conservación es vital para detener la pérdida del entorno y el gran deterioro que amenaza a la Tierra. La reforestación resalta como una de las principales acciones para impulsar la restauración de los bosques degradados y aunque en la Isla aún resta por hacer para completar la superficie forestal, estar en la vanguardia del país es sin dudas un incentivo para continuar avanzando en el cumplimiento de lo propuesto.



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