LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EL PAPEL DEL VETERINARIO EN SU GARANTIA

Procesadora de carne
Procesadora de carne

Por: Sitio Web y Centro Nacional de Sanidad Animal (CENASA)

La inocuidad de los alimentos suscita cada vez mayor interés y preocupación en el mundo. Las cuestiones de salud pública relacionadas con la inocuidad de los alimentos, pueden convertirse en un riesgo para los consumidores en cualquiera etapa de la cadena de producción al consumo.

La inocuidad de los alimentos puede definirse como: La garantía de que los alimentos no causarán efectos adversos en la salud del consumidor cuando se preparen o se consuman de acuerdo con su uso previsto.

Nuestro país ha estado al tanto sobre los preceptos y normativas que en el mundo rigen estas cuestiones y se ha enfrascado en actualizar y estandarizar nuestras legislaciones sobre la inocuidad de los alimentos en aras de bienestar y la salud de su población, ejemplo de esto tenemos el DECRETO-LEY No. 9 “INOCUIDAD ALIMENTARIA”, aprobado por La Asamblea Nacional del Poder Popular en fecha tan reciente como el 16 de abril de 2020, otro ejemplo resultaría la NORMA CUBANA NC 143: 2021 Obligatoria CÓDIGO DE PRÁCTICAS – PRINCIPIOS GENERALES DE HIGIENE DE LOS ALIMENTOS, es una adopción nacional de los Principios Generales de Higiene de los alimentos del Codex Alimentarus FAO.

En Cuba concurren varias autoridades en la garantía de la inocuidad alimentaria donde su rector es el Ministerio de Salud Pública MINSAP y juegan un rol importante la Oficina Nacional de Normalización ONN del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente y el Ministerio de la Agricultura MINAG con el Centro Nacional de Sanidad Animal CENASA, Autoridad Competente para la Sanidad Animal en el país, así como para los productos de origen animal para el consumo humano y los de origen animal, vegetal y mineral para el consumo animal.

En el mundo este empeño es liderado por organizaciones internacionales, entre otros pueden nombrarse la OMS, FAO, OMC y la OMSA. Consciente de los problemas que esto puede llegar a plantear, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) reconoce la seguridad sanitaria de los alimentos a nivel de la producción animal como una de sus más acuciantes prioridades.

Los Servicios Veterinarios de los Países Miembros de la OMSA de la que Cuba es parte, están en el centro de esta misión. No dejan de ser el principal factor a la hora de prevenir y controlar las zoonosis de origen alimentario, aun cuando los animales no presenten signos clínicos.

La adopción de una política que tenga en cuenta los riesgos existentes en todas las fases de la cadena alimentaria exige la estrecha colaboración de todos los profesionales que intervienen en las diferentes etapas. Este objetivo se alcanzará primero a través de la prevención, la eliminación o el control de los riesgos asociados a los animales que tributan alimento para el consumo humano y del primer procesamiento de los productos durante la inspección ante mortem y post mortem en mataderos y los controles microbiológicos. Así como la inspección sanitaria en plantas procesadoras y de beneficio.

La reforma normativa en materia de inocuidad de los alimentos que se está implementando en el país transforma las atribuciones tradicionales de los veterinarios oficiales, se ha asignado al sector empresarial la responsabilidad de aplicar las medidas relativas a la calidad e inocuidad de los alimentos, mientras los Servicios Veterinarios oficiales asumirán los cometidos de verificación y auditoría. Este aspecto confiere a los veterinarios oficiales nuevas oportunidades y responsabilidades acrecentadas, por ejemplo, en la certificación de los productos de origen animal.

En este contexto, el CENASA sigue considerando que los mataderos, plantas de proceso y beneficio constituyen un eslabón clave para la vigilancia epidemiológica de las zoonosis y de todas las otras enfermedades animales, a fin de reducir los peligros potenciales que pudieran existir para la salud pública y animal,

Según la OMSA, los Servicios Veterinarios deberían seguir jugando un papel clave al definir y ejecutar las inspecciones ante mortem y post mortem, incluyendo la identificación y el manejo de aquellos controles que deben ser aplicados a la producción primaria. Las autoridades gubernamentales deberían establecer los requisitos de formación y competencias con que debe contar el personal que participe en este proceso y precisar claramente, asimismo, la función primordial de los inspectores veterinarios.

Experto en Política.

Dpto. de INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

CENASA



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