La innovación requiere más control y seguimiento en el sector empresarial y cooperativo

Por: Gerardo González Quesada (Delegación de Las Tunas) y Grupo Web del MINAG

Un conjunto de 13 importantes retos y desafíos tiene la agricultura cubana para este 2022, según la presentación hecha por el ministro del ramo, Ydael Pérez Brito, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular en el VIII Período de Sesiones de la IX Legislatura, como parte de la actualización de las 63 medidas, ya en práctica, para dinamizar la producción de alimentos.

Los procesos de innovación ocupan un lugar preponderante y demandan mayor agilidad en la aplicación y diseminación de los logros obtenidos en los diferentes institutos de investigación del sector hacia la base productiva, junto a la capacidad, iniciativa y compromiso de los directivos empresariales en la toma de decisiones y el control técnico de los diferentes procesos productivos. Lo cierto es que, un número importante de innovaciones agropecuarias se realizan,  pero falta el control empresarial y retomar algunas buenas prácticas como el historial de campo, el dominio de las nuevas variedades o cultivares introducidos en cada campaña (primavera y frío) y el registro de los resultados en rendimientos.

De igual manera, se impone trasladar el lenguaje de la ciencia y la innovación al sector empresarial y fortalecer en esas entidades los equipos técnicos, muchas veces subestimados y hasta ignorados en la toma de decisiones.

Recordemos que la innovación, como concepto, es la aplicación en un entorno y momento determinado, de algo nuevo o para mejorar procesos productivos o tecnológicos, de acuerdo con expertos del Instituto Interamericano para la cooperación  de la Agricultura.

Es importante, además, que las direcciones de las empresas agropecuarias, asuman una estrategia de desarrollo que favorezca el incremento de las producciones en sus tierras, para fortalecer el papel de la empresa estatal socialista, sin dejar de prestar los servicios técnicos que sean necesarios a la base productora.

Todo un desafío en las condiciones de una economía abierta, bloqueada y muy dependendiente, en gran medida, de las bondades del clima, de un uso del regadío con muchos problemas, además de la baja cobertura nacionalmente y de un cambio climático que se ensaña en mantener largos períodos de sequía, degradación de los suelos, y una intrusión salina nada despreciable. Demanda integración, e inteligencia y fuerza colectiva para dirigir la acción a lo esencial. Ante esas realidades se impone cerrar ciclo en la ciencia aplicada, lograr que los proyectos favorezcan la producción y que la innovación de procesos, tecnológica, social  y empresarial ocupe un lugar importante en la producción de viandas, hortalizas, granos y frutas, y en la recuperación de la ganadería, con énfasis en la base alimentaria, para poder avanzar en la política genética y el flujo zootécnico, tanto de la hembra como del macho.

Hacia esos propósitos están enfocados los mayores desafíos. Tarea nada fácil, pero tampoco imposible en un sector que cuenta con científicos, centros de investigación, profesionales y técnicos competentes para avanzar en la transformación que demanda la máxima dirección del Partido y el Gobierno Cubanos, con mayor urgencia y mejores dividendos.

El análisis hecho por el Comité Nacional de Innovación el pasado 29 de diciembre, es la guía para la transformación con inteligencia, seguridad y paso firme. Aquí asumo la máxima del General de Ejército, Raúl Castro: Sin prisa, pero sin pausa. Recordemos que el tiempo es irreversible. Quiero cerrar este comentario con una interrogante y una precisión final:

¿Qué se entiende por innovación?

La innovación es la aplicación de nuevos conocimientos en los procesos productivos u organizacionales. Tiene lugar cuando ocurre una apropiación social de los conocimientos, ideas, prácticas y tecnologías, es decir, cuando se traduce en un cambio que sea útil y beneficioso en el quehacer productivo u organizacional.

Para que se considere como una innovación, la novedad que se implementa debe ser algo nuevo para ese contexto y no necesariamente para el mundo.

Innovación: Es la implementación de una novedad o mejora (tecnológica o no tecnológica) en productos (bienes o servicios), procesos, formas de mercado o formas de organizarse.

Aplicación de ideas, conocimientos o prácticas novedosas para ese contexto particular, con el objetivo de crear cambios positivos que permitan satisfacer necesidades, enfrentar desafíos o aprovechar oportunidades.

Se trata, pues, de novedades y cambios útiles que bien pueden ser de carácter sustantivo (un gran cambio o mejora) o bien de tipo acumulativo (pequeños cambios que en su conjunto resulten en una mejora significativa).

Apliquemos los conceptos en las empresas, áreas y productores capaces de lograr los mejores resultados en un tiempo relativamente corto. Ahí se gana la batalla en  favor de la innovación.



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