La incesante ecuación de la Avicultura
Por: María Caridad Guindo Gutiérrez / http://artemisadiario.cu
¿Sabía usted que una persona de 75 kilogramos (unas 165 libras) incorpora el 10% de la proteína necesaria si consume un huevo mediano al día? Asombrosas las bondades nutritivas de las posturas, antes quizás menospreciadas por comunes y baratas; ahora, la historia cambió.
Aunque hay otros alimentos indispensables en la mesa del cubano, el huevo ocupa un lugar de honor. Su presencia habitual ha sufrido demasiados tropiezos, no es un secreto para nadie.
Amén de los problemas, el sector avícola celebra este 22 de mayo su aniversario 59, en homenaje a la creación por el Comandante en Jefe del Combinado Avícola Nacional en 1964. Este gremio conoce la fórmula para sobreponerse y garantizar, al menos, los cinco huevos de la canasta básica cada mes y el consumo social.
Previo a la celebración, un equipo de este semanario palpó el quehacer en la UEB César Escalante del municipio Artemisa, con propósito ponedora, perteneciente a la Empresa Avícola del territorio (Aviart). Leosbel Peña Fernández, el director, precisó que disponen de 130 000 gallinas en 26 naves, de las 32 que tiene la unidad.
“Nuestra capacidad total asciende a 200 000 gallinas, pero el mal estado constructivo del resto de las naves nos impide instalar más”.
Un centenar de trabajadores, la mayoría directo a la producción, labora desde las siete de la mañana hasta conseguir más de 80 000 huevos diarios, que superan el millón en 30 días. “Las cifras también sobrepasan el plan, según el cual debemos alcanzar el 62 por ciento de la producción del día y logramos el 65%”, significa Peña Fernández.
La Unidad comercializa a frigoríficos, al Ministerio de Comercio Interior para la canasta básica y tributa a la venta liberada a la población, para lo cual se escoge la mitad de las posturas de 100 000 gallinas.
Si es de los que se pregunta aún de dónde proviene el cartón de huevos a 750 pesos que se vende de forma liberada- controlada por la libreta de abastecimiento solo en el municipio cabecera, aquí está la respuesta.
aporte proviene de la UEB César Escalante y el alto precio “obedece a lo encarecido del pienso en el mercado en divisas”. De acuerdo con el directivo se adquiere a 78 000 pesos la tonelada, o unos 650 MLC, conforme al cambio oficial de 120 pesos”.
Luis Alberto Hernández Blanco, director general de Aviart, explica que “se trata de un experimento implementado por el Ministerio de Economía y Planificación y el Grupo Avícola y de Alimentos, con tal que la Empresa cierre el ciclo productivo desde la crianza de la gallina hasta la venta del huevo, la adquisición de la materia prima para elaborar el pienso, el pago del mismo, entre otros tributos”.
Si bien la oferta todavía le saca un susto a muchos bolsillos, se ubica por debajo de las tarifas en el “mercado subterráneo”. Esperemos que el importe no haya llegado para quedarse.
Tesoro ovalado
Leosbel Peña Fernández apunta que han vendido en consejos populares y comunidades como Cayajabos, Lavandero, Toledo, Rastro, El entronque… En aras de garantizar el acceso de la mayoría de los clientes a este demandado alimento, se organizó la distribución mediante la libreta de abastecimiento. Por este concepto de venta liberada habían recaudado a finales de abril 20 millones 821 000 pesos.
Ya el huevo es un tesoro por su riqueza en aminoácidos, minerales y vitaminas; a ello se suma el costo de su producción, no solo monetario, sino también humano, pues demanda del esfuerzo de quienes madrugan o apenas descansan para garantizar el bienestar de los animales.
Yadamí Pérez Pérez es una de las 30 naveras de la César Escalante, unidad fusionada tras la desaparición de la granja Juan Manuel Márquez. Ha permanecido durante dos años en sus funciones y afirma que, “mientras más temprano comience a comer la gallina, será mejor.
“Llegamos sobre las siete de la mañana; primero revisamos todo y sacamos las muertas, reactivamos la cajuela con agua clorada y cal para desinfectar la nave y nos incorporamos de inmediato al suministro de pienso. Además, debemos lavarnos las manos constantemente con jabón y cloro, para evitar enfermedades”.
Las naveras tienen el salario vinculado a la producción de huevos (con un básico de 2 800 pesos) y deben atender las naves que sean precisas, ante la enfermedad o ausencia de las responsables.
Según Rafael Betancourt Lemus, jefe de colectivo 2B, la mayoría cobra más de 5 000 pesos. Y en la tarde, cuando se retiran a sus casas, todos los días se queda de guardia un integrante del Consejo de Dirección para velar por el alimento de los animales, la iluminación y otras necesidades.
Agrega que se encuentran inmersos en la reparación de jaulas y comederos, aunque “la mayoría de los techos presenta pésimas condiciones. Pudimos calzarlos un poco antes del ciclón Ian”.
La escasez de cartones o files, como se les conoce, fue otro de los escollos enfrentados en los últimos tiempos, pues se rompió la fábrica de La Habana y fue imposible recoger huevos durante varios días.
En cambio, no solo los animales aportan a la economía de la UEB. Por estos lares la tierra florece de pepino, calabaza, habichuela, ajíes pimientos y cachuchas, cebollino, maíz, guayaba, tomate, ajo puerro…, además, poseen más de 80 carneros para autoconsumo.
La filosofía de los trabajadores avícolas valora el uso adecuado del tiempo, la urgencia de aprovechar hasta el último pedacito, la destreza, el sentido del deber y otras muchas virtudes que se materializan con la producción de huevos. De asignaturas pendientes como los precios hemos hablado, y seguiremos. La ecuación que permite disminuirlos no ha cambiado: mayor oferta de bienes y servicios.
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