Hay que respetar al que produce
Por: Marianela Martín González
Aun cuando el desempeño del sector agropecuario en el cumplimiento de los objetivos y metas en 2022 fue calificado de malo, el Primer Ministro cubano reconoció el esfuerzo de los productores que apenas sin recursos, insumos ni combustibles apostaron por batirse con la tierra
La aplicación de la ciencia y la innovación no es una opción. Es el camino a seguir para que la agricultura resuelva sus problemas más apremiantes, según indicó este jueves el miembro del Buró Político del Partido y Primer Ministro de la República, Manuel Marrero Cruz, durante el balance del sector el año precedente.
En medio de un escenario perturbado por el bloqueo del Gobierno estadounidense y el que se ha cultivado puertas adentro, a golpe de burocratismo y chapucería, como calificó Marrero Cruz a las dificultades subjetivas que gravitan en el entorno económico y social del país, el sector debe continuar atendiendo a los productores, garantizándoles la contratación de sus producciones, mejorando las comunidades donde viven y abreviando los plazos para resolver sus trámites legales.
Debido a los incumplimientos de los contratos y a los impagos a los productores, como se dijo en esta ocasión, se crean distorsiones que sumado a otros problemas conllevan al galopante aumento de los precios de los productos agropecuarios.
Según Marrero Cruz y el vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, los productos salen del campo a un precio acorde con los gastos del campesino y llegan a la tarima con otro muchísimo más alto, porque los intermediarios llegan primero al surco que quienes debieron cumplir lo contratado, y además pagan de inmediato cifras más redituables para el productor.
Aun cuando el desempeño del sector en el cumplimiento de los objetivos y metas en 2022 fue calificado de malo por el ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, Marrero Cruz reconoció el esfuerzo de los productores que apenas sin recursos, insumos ni combustibles apostaron por batirse con la tierra, incluso en detrimento de cosechas y recursos adquiridos por ellos a precios altos.
Aunque se reconoció que en el período analizado se trabajó en la implantación de las 63 medidas, la aprobación de la política y más tarde la Ley 148 y el Decreto 67 de 2022, sobre la Soberanía Alimentaria y la Seguridad Alimentaria y Nutricional y la Ley de Ganadería, así como un grupo importante de normativas, todavía no ha llegado a la mesa del cubano el efecto de esos paquetes de aprobaciones.
Tan es así que Marrero aseguró que el impacto de las mismas será loable únicamente cuando puedan cuantificarse más alimentos y a precios más justos. Por eso conminó a trabajar con seriedad en los municipios a la hora de montar y controlar las estrategias que la Ley la Soberanía Alimentaria y la Seguridad Alimentaria y Nutricional concibe, y así evitar que se trate de más de lo mismo.
Adversidades, como el decrecimiento de la masa ganadera (140 710 cabezas menos en relación con 2021); una natalidad que apenas alcanza 45, 27 por ciento —que significa el 14,73 por ciento menos que el plan y 1,74 por ciento menos que igual período del año anterior—, fueron motivos de reflexión en el balance. No solo denotaron las escaseces que abruman la campiña, sino también otras aberraciones, como que existan tenedores de ganado sin tierra para sembrarles alimento a los animales.
Y aunque, según se informó, en 2022, la agricultura urbana, suburbana y familiar alcanzó un millón 318 131 toneladas de hortalizas y condimentos frescos y se han construido 280 nuevos organopónicos con los recursos disponibles en las localidades, el Primer Ministro expresó que en ese programa hay indicadores que deben superarse para evitar los estancamientos, al tiempo en que conminó a aprovechar todos los espacios , por insignificantes que parezcan, para sembrar frutales y otros cultivos del autoconsumo familiar.
Dinero: esa es la cuestión
En más de una ocasión en el balance se habló de las dificultades que tiene el país con las divisas, por lo que hay que saber aprovechar las posibilidades que ofrecen los proyectos de colaboración internacional y gestionar, como señaló Pérez Brito, con mayor perseverancia la inversión extranjera.
Igualmente, se refirió a los 57 proyectos con inversión extranjera que se aprobaron el año pasado en la cartera de oportunidades de negocios, de los cuales 32 están encaminándose. Según explicó estos negocios beneficiarán a los Grupos Empresariales de Tabacuba, Agrícola, Ganadero y Gelma. Tendrán como propósitos la exportación de tabacos, cigarros, productos agrícolas frescos e industrializados, así como la producción de arroz y carne de cerdo.
Por su parte, el viceministro de la Agricultura, Maury Echavarría Bermúdez, precisó que en la Zona Especial de Desarrollo Mariel se aprobó a finales de año pasado la constitución de una empresa de capital totalmente extranjero (vietnamita), para la producción de alimento animal y carne de cerdo. Se refirió, además, a otros proyectos en ciernes: producción de plantas proteicas y su industrialización, producción de queso de leche de búfala y sus derivados.
Entretanto para el año en curso, según informó Pérez Brito, teniendo como referencia los logros deprimidos de 2022, se crecerá en relación con estos en las cinco producciones con destino al encargo estatal: carne bovina y leche para la industria, así como café, huevo y madera para el balance.
También se previó ascenso en cinco de las siete producciones agrícolas (viandas, hortalizas, granos, arroz consumo y frutales). E incrementar en los cultivos varios unas 6 000 hectáreas bajo riego, a partir del crédito de Arabia Saudita y otros.
Otras metas aguardan a los productores cubanos, como bien en este balance se anunció, pero será otro año difícil para remontar vuelo, sobre todo para aquellos que tienen sobre sus hombros tributar alimentos que sustituyan importaciones, abastecer la capital del país o generar rubros exportables, como el tabaco.
Nada caerá del cielo en medio de un escenario donde lo único seguro son los hombres (no muchos y gran parte envejecida) y la tierra. Habrá que ser ingenioso como siempre han sido los campesinos, pero los decisores deberán poner los escasos recursos en las manos más comprometida y eficientes, como subrayó Tapia Fonseca.
Deberán, además, respetarse los contratos. Respetar al que produce como subrayó el Primer Ministro, porque lo cierto es que el campesino no puede pararse por impagos. Su fábrica a cielo abierto no entiende de prorrogas porque se malogra lo sembrado. Y a los jornaleros hay que honrarlos con sus salarios que cada día son más altos, porque el campo está durísimo y los precios todos están por las nubes.
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