Por: Sanidad Vegetal y Grupo Web del Minag
El cultivo del maíz se inscribe en el patrón de especies de plantas cultivadas que se establecen en casi todo el territorio cubano, por lo que significa en la alimentación animal y, en menor escala, pero no menos importante, en la dieta humana, que lo consume de diversas formas recibiendo de él un apreciable nivel de calorías.
Este cultivo, como otros, no escapa a los embates de agentes nocivos incluyendo las malezas que merman sus rendimientos y en ocasiones destruyen totalmente las cosechas, siendo en condiciones del país las plagas de Spodoptera frugiperda y Heliothis zea, los agentes que mayores efectos causan al mismo, sumándose en los últimos tiempos algunas enfermedades vírales.
PRINCIPALES AGENTES NOCIVOS DEL CULTIVO
-Palomilla del Maíz (Spodoptera frugiperda)
Es la plaga principal en este cultivo, en sus diferentes estadios larvarios se desarrolla y alimenta principalmente del cogollo y hojas de las plantas, causando disminución del follaje, afectación del crecimiento del tallo, muerte total de la planta todo lo que implica afectación de los rendimientos.
-Gusano de la mazorca (Heliothis zea)
Este insecto se caracteriza por tener una alta preferencia a ovopositar en lo que llamamos la barba o muñeca del maíz, iniciando sus daños, después de emerger las larvas se caracterizan por realizar perforaciones a las mazorcas.
El Programa de Defensa Fitosanitaria del cultivo del Maíz, tiene como objetivo mantener estos agentes bajo umbrales económicos permisibles, a través de la práctica de todos los métodos de control factibles de aplicar, los cuales constituyen el Manejo Integrado de Plagas (MIP).
CONTROL AGROTÉCNICO
Lograr una adecuada preparación del suelo.
Evitar colindancias con áreas de pastos con especies como hierba de guinea y otras gramíneas, así como, el cultivo de arroz.
Evitar diferencias significativas de fenologías, logrando uniformidad en las siembras pro zonas o territorios y ejecutarla en los períodos óptimos para cada uno en particular.
Mantener libre de malezas, las áreas de siembras y guardarrayas, las cuales constituyen hospederos de uno u otro agente nocivo al cultivo, además de los nutrientes que las mismas absorben.
Lograr una adecuada densidad de siembra, lo cual contribuye a obtener una población de plantas que permita tolerar los daños en la fase inicial del cultivo.
Lograr una adecuada fertilización ya sea orgánica o química.
Practicar una adecuada rotación del cultivo.
Destruir los restos de cosechas una vez concluida las mismas, de inmediato.
CONTROL BIOLÓGICO
Para el control de larvas de lepidópteros el nematodo entomopatógeno Heterorhabditis y la bacteria Bacillus thuringiensis cepa LBT 24 y 26.
Para el control de huevos de lepidópteros los parasitoides Trichogramma spp, Telenomus spp y Tetrastichus howardii.
CONTROL QUÍMICO
Con los productos recomendados en la estrategia de protección fitosanitaria:
Tratamiento de Semilla para control de insectos en raíces y plántulas.
Control de malezas anuales gramíneas y algunas dicotiledóneas con herbicida en pre-emergencia, después del primer riego.
Control de malezas dicotiledóneas con herbicida en post-emergencia.
Aplicación de Insecticida sistémico o de contacto, para el control de larvas de lepidópteros.
Guía técnica para el desarrollo y protección de las siembras de Maíz
Los tratamientos de semillas serán diferenciados, para las áreas de multiplicación de semillas y para los polos productivos o lugares donde exista un nivel adecuado de tecnología se efectuarán según estrategia aprobada.
Los herbicidas pre-emergentes balanceados, se asignarán preferentemente en las áreas con tecnología de riego adecuada para garantizar la eficacia de los mismos, por lo que se orienta aplicar el producto con boquillas de abanico plano donde sea posible, en el caso del Halt CE 96, inmediatamente después de aplicado, efectuar un riego ligero para incorporar el producto al suelo.
La aplicación de los productos insecticidas, fungicidas u otros, se efectuarán con boquillas de cono hueco, siempre dirigidos a la zona problema, por lo que los esquemas de aplicación se adecuarán en función de hacer más efectivos en el control de cualquier, plaga o enfermedad.
Los tratamientos balanceados en la estrategia con agentes de control biológico para control de plagas, se realizarán siempre, en horas de la tarde y la noche, para lograr mayor efectividad de los productos, evitando pérdidas por temperaturas altas e incidencia de los vientos.
Teniendo en cuenta, la importancia para el país de intensificar la lucha biológica y retomar el camino de la aplicación de los agentes de control biológicos y con ello la revitalización de los Centros de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE), todas las Estaciones Territoriales de protección de Plantas (ETPP) deben establecer parcelas de monitoreo o campos estacionarios que permitan evaluar el índice de plagas para la emisión de la señal fitosanitaria.
Establecer por el sistema de Sanidad Vegetal los canales de comunicación y la vigilancia fitosanitaria, utilizando los diferentes métodos informativos aprobados, ETPP, puestos de dirección de las empresas que atienden las unidades productoras, las delegaciones de la agricultura y la dirección nacional de Sanidad Vegetal.
Utilizar las metodologías aprobadas para reactivar e incrementar la producción y aplicación del nematodo entomopatógeno Heterorhabditis para el control de larvas en el cogollo del maíz, así como, pupas y prepupas en el suelo.
Priorizar la producción del Bacillus thuringiensis cepa LBT 24 y 26, para el control de las larvas de la palomilla del maíz (Spodoptera frugiperda).
Hacer un uso más intensivo de las trampas de captura de insectos, dentro de ellas la de Luz y colores apropiados, u otras a base de melaza, miel y material adhesivo.
Monitorear las trampas de Luz y melaza para la detección temprana de adultos de Spodoptera frugiperda e iniciar tres días después la liberación de parasitoides Trichogramma, para controlar la primera camada de huevos y Telenomus, que controla todas las puestas de huevos y Tetrastichus que controla las larvas previo a convertirse en ninfas, según disponibilidad de los CREE.
Las Estaciones Territoriales de Protección de Plantas (ETPP) comprobarán la aplicación de las medidas, orientadas a garantizar el estado fitosanitario del cultivo y adoptar las medidas que correspondan de acuerdo a la situación propia de cada territorio.
El Departamento Provincial de Sanidad Vegetal, de conjunto con la Subdelegación agrícola mantendrá el seguimiento y control de las producciones de los CREE, por tipo de agente de control biológico e informará a la dirección de Sanidad Vegetal el cumplimiento del plan de producción y la demanda de las unidades de producción.