En Llanos de Oriente, un cunero ideal para pollitos

Por: Jorge Pérez Cruz/ Fotos: Ángel Chimeno Pérez/Periódico 26

20 de julio 2024

Los pollitos crecen bajo desvelos de sus cuidadores.
Los pollitos crecen bajo desvelos de sus cuidadores.

Las Tunas.- “A esos pollitos hay que atenderlos como niños en cuna. Tienes que darles un buen manejo de temperatura, asistirlos diariamente, moverlos, si están durmiendo despertarlos para que coman, beban…”.

Así piensa y en correspondencia actúa María Josefa Torres Espinosa, una veterana trabajadora de la unidad empresarial de base (UEB) Llanos de Oriente, donde ya acumula 47 años de labor ininterrumpida en estas delicadas faenas, que son garantes del reemplazo de las gallinas ponedoras atendidas en otras instalaciones de la avicultura local.

“El amor y la entrega son dos condiciones esenciales para atender a los pollitos en la etapa de inicio”, enfatiza María Josefa.
“El amor y la entrega son dos condiciones esenciales para atender a los pollitos en la etapa de inicio”, enfatiza María Josefa.

Asegura que sin esas indefensas avecillas sentiría una nostalgia irreparable, y por esa razón, a pesar de su avanzada edad, nunca ha pensado en la jubilación; “mientras tenga fuerza y salud aquí estaré”, enfatiza y desoye los reclamos familiares que la incitan al retiro.

Después de conversar un rato, María Josefa con orgullo campechano identifica su oficio: “Soy operadora agropecuaria especializada y me desempeño como criadora de aves”, lo dice con la vista y el corazón fijos en esos animalitos que “me arrebatan el sueño. Hasta en las noches y madrugadas cuando despierto me llenan la mente, me dan ánimos para volver a mi puesto”.

UN DÚO PARA RESPETAR

“Su espíritu y sus desvelos son contagiosos”, comenta Alicia Ávila Correa, una de sus colegas, quien sigue la ruta trazada por María Josefa y desde hace 10 años se entrega con la misma pasión a la batalla cotidiana por preservar la salud y la vida de esas crías.

Alicia coincide con su compañera y remarca: “La higiene y la alimentación son fundamentales”, y dice que no tiene palabras para explicar lo que siente cuando un pollito muere, “aunque es inevitable porque algunos llegan al centro con malformaciones congénitas”.

María Josefa y Alicia están muy contentas porque “a pesar de todos los problemas económicos del país, el Estado garantiza el alimento y la medicinas para atender la masa, que aunque ha disminuido en cantidad por esos problemas, la actividad está protegida”, afirman estas dos mujeres que son paradigmas para todos sus compañeros y compañeras de faena.

EL PRINCIPIO

A pesar de la difícil situación económica hay garantías de alimentación en esta primera etapa de vida.
A pesar de la difícil situación económica hay garantías de alimentación en esta primera etapa de vida.

“Recibir los animalitos con un día de nacido implica cuidados extremos, principalmente después de su traslado desde provincias como Holguín, Camagüey, Santiago de Cuba, Villa Clara o Artemisa, según sea el caso”, explica la doctora en Ciencias Veterinarias Eliani Santana Figueredo, jefa técnica de la unidad.

Santana Figueredo detalla que desde su arribo son alimentados con pienso de inicio y resguardados a una temperatura de alrededor de los 39 grados Celsius, similar a la que les proporcionan las madres, y que utilizan el carbón como combustible porque homogeniza el calor.

“En esas condiciones de calentamiento permanecen 14 días, en los cuales reciben, además, los medicamentos esenciales, fundamentalmente antibióticos en los primeros días y las vacunas según sus categorías. Aquí los atendemos durante 56 días y luego pasan a otra unidad, en la que garantizan el desarrollo hasta convertir esa masa en gallinas ponedoras”.

FUERZA PREPARADA

La mayoría de los trabajadores posee experiencia y todos demuestran gran sentido de pertenencia, pero “mensualmente organizamos acciones de capacitación, de preparación y actualización de conocimientos al colectivo, porque el exceso de confianza y las rutinas pueden ocasionar descuidos y estos, a su vez, afectaciones en la crianza”, advierte la especialista.

Argumenta que la preparación trata sobre bioseguridad y las principales regulaciones de manejo, con énfasis en el calentamiento, las enfermedades y el uso de medicamentos nuevos o alternativos, porque en ocasiones no disponemos de los productos específicos, pero se usan otros similares que ayudan a paliar las carencias.

Luís Enrique Sosa Aguilera, el director de la UEB, cuyo liderazgo es reconocido por el colectivo en el propósito de alcanzar los valores de eficiencia planificados, asegura que este año los lotes enviados a las unidades de desarrollo a los 56 días cumplían los requisitos de peso y talla en 92 y 95 por ciento, respectivamente, que clasifican en categoría A, de primera, según las exigencias.

Sosa Aguilera insiste en que el inicio de ponedoras es una actividad técnica muy exigente que requiere conocimientos, amor, entrega y mucha responsabilidad individual, en función de lograr que las aves alcancen los parámetros establecidos para su paso a la etapa de desarrollo, y cuya calidad es garante de la producción de huevos.

EL PERFECCIONAMIENTO Y LA DIVERSIFICACIÓN 

Los trabajadores de la UEB Llanos de Oriente esperan que se haga firme su paso a colectivo laboral como una alternativa que proporcionará mejores dividendos a la economía de la entidad y de sus obreros, confía el directivo.

Tanto Sosa Aguilera como el navero Luis Miguel Reyes Gutiérrez, secretario general de la sección sindical, y sus compañeros de labor miran optimistas al futuro y procuran la diversificación de sus producciones.

Hablan entusiasmados del fomento de la crianza de codorniz, la vaquería, el autoconsumo y el proyecto de apicultura, como actividades que auguran nuevos éxitos al colectivo y los acerca a las medidas aprobadas para el perfeccionamiento de la Empresa Estatal Socialista.



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