En la producción de alimentos falta mucho por hacer
El VIII Pleno del Comité Central del Partido analizó críticamente la producción de alimentos y la implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional
Por: René Tamayo León | internet@granma.cu
El papel del Partido y los cuadros a todos los niveles, para alcanzar un incremento sostenido en la producción de alimentos, y que estén presentes en cada una de las comunidades del país, en cada mesa de las familias cubanas, a precios accesibles, también ocupó los debates del viii Pleno del Comité Central del Partido.
El miembro del Secretariado del Comité Central y jefe del Departamento Agroalimentario, José Ramón Monteagudo Ruiz, informó que, en medio de la compleja situación económica, quedó evidenciado que «existe compromiso y disposición en los colectivos de trabajadores para avanzar, lo que se demuestra en múltiples ejemplos de productores destacados en cada territorio, en las diversas ramas del sector agropecuario».
La evaluación reafirmó que el Partido mantiene su labor de vanguardia en todas las esferas, y que la participación de los militantes es decisiva.
Se ratificó, empero, que para alcanzar la soberanía alimentaria es indispensable incrementar los resultados de los diversos programas, a partir de una mayor integración y proactividad de todos los organismos con responsabilidad ante la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (SSAN), no solo de los que están más vinculados a estas producciones, como los ministerios de la Agricultura e Industria Alimentaria y el grupo AzCuba.
Se enfatizó ahora, en el viii Pleno, que le corresponde al Partido continuar desarrollando su labor para impregnar entre los militantes la necesidad de asumir el desafío de producir los alimentos que necesitamos, con la menor dependencia externa, avanzando con nuestros propios esfuerzos y con una utilización más eficiente de los recursos disponibles.
Se enfatizó en que la intensa labor desplegada por la máxima dirección del Partido, encabezada por su Primer Secretario, en los recorridos y visitas a los territorios durante este año, confirma la voluntad de continuar atendiendo las principales inquietudes de nuestro pueblo de forma priorizada y personal.
En el proceso previo al Pleno, explicó Monteagudo Ruiz, «fueron identificadas las causas que inciden desfavorablemente en la producción de alimentos, y se realizaron propuestas encaminadas a la búsqueda de soluciones que nos permitan transformar los problemas y avanzar en el escenario actual».
DE LA LEY Y OTRAS FORTALEZAS
La implementación de la Ley 148 / 2022, su Reglamento y el Decreto 67, tienen como objetivo promover la movilización de los recursos de cada territorio y organizar los actores de los sistemas alimentarios locales.
La normativa otorga a los municipios la autonomía necesaria para impulsar la producción de alimentos, y uno de los elementos esenciales en su implementación es la creación, consolidación y desarrollo de los Sistemas Alimentarios Locales y del Sistema Empresarial Agroindustrial Municipal.
Hasta la fecha, informó Monteagudo Ruiz, se han traspasado o autorizado 111 empresas en 105 municipios, y se identifican 21 programas que tributan al autoabastecimiento alimentario municipal.
«Estas empresas están llamadas a desempeñar un papel fundamental en los sistemas productivos a nivel local; de ahí la necesidad de prestarles una atención priorizada en aspectos esenciales como la Política de Cuadros, el fortalecimiento de sus estructuras de dirección, el completamiento de la fuerza de trabajo, la situación económico-financiera y la recuperación de su capacidad productiva».
Al mismo tiempo, en los últimos años se han adoptado otras decisiones para dinamizar el sector, como las 63 medidas de 2021, que propiciaron la eliminación de trabas y la flexibilización de procesos en beneficio de los productores agropecuarios.
El país dispone de 6 400 755 hectáreas de tierra agrícola, de las cuales el 79 % es propiedad estatal, el 13 % privada y el 8 % propiedad cooperativa. Más del 80 % de la producción de alimentos en Cuba proviene del sector cooperativo y campesino. Se cuenta con 128 823 propietarios de tierra y más de 275 000 usufructuarios, que gestionan 2 871 431 hectáreas, el 31 % del área agrícola.
Pero si bien se han entregado en usufructo más de 2 500 000 hectáreas, principalmente para ganadería y cultivos varios, no se ha logrado aún el impacto que se demanda en los diferentes programas, subrayó Monteagudo Ruiz.
También se reconoció que, aunque existen fortalezas para el desarrollo de la producción de alimentos, «en los últimos años, la crisis económica y el recrudecimiento del bloqueo han tenido un impacto significativo en el decrecimiento de las producciones agroalimentarias por déficit de financiamientos para adquirir insumos, combustibles, fertilizantes, productos fitosanitarios, medicamentos, materias primas para la alimentación animal, maquinarias y piezas de repuesto, entre otros».
Se han detectado, al mismo tiempo, deficiencias, indisciplinas e ilegalidades en la posesión, uso y explotación de la tierra y de la masa ganadera, que no se han enfrentado oportunamente por debilidades en la gestión estatal y empresarial del sistema de la agricultura, problema cuya solución es una prioridad para establecer el orden y la disciplina en esta importante actividad, se señaló.
DE CARA AL CAMPO
A pesar de estrecheces y restricciones, en el último periodo se ha cumplido la campaña de siembra de frío de cultivos varios, y marcha de forma favorable la de primavera, aunque los niveles de siembra, debe acotarse, no cubren las demandas alimentarias de la población, en lo que inciden también los bajos rendimientos.
Hay consenso en que, para alcanzar el incremento de las producciones agropecuarias, en las condiciones actuales se necesita sembrar y producir más, y es imprescindible la incorporación de todos los organismos, empresas y cooperativas con posibilidades de producir alimentos y garantizar una mejor atención a sus trabajadores, en lo que no se ha avanzado adecuadamente.
La creación de autoconsumos, por ejemplo, tampoco marcha con la agilidad que se exige. Solo se han entregado para este propósito 31 151 hectáreas a organismos, empresas y entidades, insuficiente según la cantidad de tierra ociosa y deficientemente explotada que hay en cada uno de los territorios, se denunció.
En cuanto al desarrollo de los polos productivos, se conoció que un grupo de ellos no logra los resultados esperados, presentan deficiencias en el uso y explotación de la tierra, la disponibilidad de semillas, la gestión de la fuerza de trabajo y la utilización de los equipos de riego. Solo decir que las empresas agropecuarias estatales aportan apenas entre un 15 % y un 20 % de la producción agropecuaria del país.
También resulta insuficiente la creación de colectivos laborales en las empresas estatales, y se requiere atender las comunidades rurales por parte de los organismos de la Administración Central del Estado y los Órganos Locales del Poder Popular, entre otras dificultades.
Se coincidió, además, en la relevancia de continuar potenciando la ciencia y la innovación como pilar de la gestión de Gobierno, clave para encontrar soluciones, y en el fortalecimiento de las acciones de comunicación social que contribuyan a movilizar los organismos, instituciones, productores y la población en general, con el objetivo de alcanzar una mayor soberanía alimentaria.
EL DEBATE
El miembro del Buró Político y secretario de Organización, Roberto Morales Ojeda, señaló que la producción agropecuaria, aunque está muy lejos de lo que se requiere, empieza a transformarse.
Seguir avanzando en esta dirección, reflexionó, requiere de un trabajo muy concreto del Partido. Sin suplantar lo que le corresponde a los gobiernos, los ministerios, las empresas, los órganos locales del Poder Popular, le corresponde exigir que cada cual haga lo que le toca, enfatizó.
En ningún lugar, ejemplificó, puede haber una máquina de riego sin un programa de siembra; y al Partido también le corresponde que toda buena experiencia se acabe de generalizar. Estamos en mejores condiciones, pero falta mucho por hacer, señaló.
Yuniasky Crespo Baquero, primera secretaria del Comité Provincial del Partido en Mayabeque, donde se desarrollan varias experiencias exitosas en la producción agropecuaria, informó del sistemático trabajo del Partido, la anap, los gobiernos municipales y otras instancias con las bases.
Crespo Baquero informó que está previsto que, en el año, en Mayabeque se cosechen 314 000 toneladas de productos agrícolas, por encima de las 287 000 toneladas que se recolectaron en 2023, para el abasto de los 381 000 habitantes de la provincia, y aportar a la capital. Y se va logrando, dijo, a pesar de que se tiene menos combustible, menos lubricantes, menos maquinarias.
Subrayó que en este propósito está siendo fundamental el fomento de los cultivos rústicos, como el plátano, la yuca, el boniato; el impulso al programa del arroz popular y también a la ganadería. En Mayabeque, subrayó, cinco de sus 11 municipios se abastecen de granos y arroz.
El primer secretario del Comité Provincial en Ciego de Ávila, Julio Heriberto Gómez Casanova, se refirió al trabajo con los productores del territorio, que se refleja en que, entre enero y junio de este año, han crecido las ventas en los mercados agropecuarios estatales.
En junio, ejemplificó, se colocaron en esas tarimas, a precios más accesibles, cerca de 3 500 toneladas de productos agrícolas, 16 % más que en mayo, aunque aún lejos de lo necesario. En los mercados estatales avileños, el pasado mes solo se puso cerca del 30 % de lo requerido, aunque en la última semana se colocó en ellos 1 400 toneladas, el 50 % de la demanda.
La primera secretaria de Sancti Spíritus, Deivy Pérez Martín, enfatizó en que la producción de alimentos es una responsabilidad de cada uno de los cuadros del Partido, criterio compartido, entre otros primeros secretarios, por Walter Simón Noris, de Las Tunas, quien subrayó que debe irse al funcionamiento integral de la organización desde la base: «El funcionamiento del núcleo del Partido no es que se reúna, sino que logre una transformación en el entorno», dijo.
La importancia de la promoción de la ciencia y la innovación para alcanzar la soberanía alimentaria también fue abordada por integrantes del Comité Central.
La doctora en Ciencias Marta Ayala Ávila, miembro del Buró Político y directora general del cibg, informó sobre resultados como las vacunas veterinarias, el mejoramiento genético de granos y otros logros. Se refirió al desarrollo, en estos momentos, de proyectos con entidades de AzCuba, la Agricultura y otras para la producción de alimento animal. Comentó sobre el fomento de soya transgénica en 300 hectáreas para obtener semillas que, en 2025, permitirían la plantación de unas 60 000 hectáreas del grano, que, a razón de una productividad discreta de 1,5 toneladas por hectárea, permitirían disponer el próximo año de unas 90 000 toneladas de soya.
Emotivas fueron las experiencias narradas por la miembro del Buró Político y secretaria general de la fmc, Teresa Amarelle Boué, sobre varias iniciativas en el país para la incorporación de la mujer a la producción agropecuaria, las cuales han generado un movimiento que va revitalizando el trabajo de los bloques y la organización.
En el intercambio participaron los ministros de Agricultura, Ydael Pérez Brito, y de la Industria Alimentaria, Alberto López Díaz, quienes informaron sobre la reanimación paulatina en ambas ramas, aunque muy lejos de lo que se necesita. En el Minag, por ejemplo, aunque se cumplen los principales planes, las cosechas no se acercan ni al 50 % de lo que hace falta.
Al final del debate, el vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca subrayaría que, en la producción de alimentos y la implementación de la Ley sann se avanza, pero los resultados están lejos de lo que espera el pueblo. La pregunta que se debe responder es, dijo, «qué nos falta por hacer y en qué tiempo lo vamos a lograr».