Por: Cubadebate

Corro el riesgo de linchamiento mediático por parte de los que acostumbran a atacarme siempre, a lo cual ya me he ido acostumbrando. Corro el riesgo de que algunos piensen que mi criterio está parcializado y seguro tienen razón.

Corro el riesgo de que la persona de quien voy a hablar no esté de acuerdo con que lo haya hecho.

Asumo todos los riegos, sin permiso como siempre, escribo.

Muchas veces, cuando leo las cosas que sobre el presidente de este país se escriben en tono de ofensa, de burla, de irrespeto a las más elementales normas de decencia y educación, me he preguntado.

¿Dónde estaría si en lugar de trabajar para los demás, hubiera pensado en los beneficios para él y su familia? ¿Qué hubiera podido alcanzar en el ámbito personal ese hombre con una inteligencia fuera de serie? ¿En qué centro de investigación relacionado con la electrónica en Cuba o en el mundo estaría?¿Cuánto pagarían por sus servicios, por su cerebro?

Si como tantos de nuestros contemporáneos, los cuáles merecen igual respeto porque cada uno decide su camino, hubiera decidido dejar atrás Cuba y buscar prosperidad económica en otra latitud, seguramente tuviera las cuentas de banco que hoy para desprestigiarlo le achacan.

En los días que comenzó a complicarse la situación de la pandemia y el rebrote dijo aquí estoy yo, leí a alguien en esta red que lo emplazaba. Que dé la cara, decía.

Yo tuve ganas de peguntarle ¿tú no querrás que vaya a tu casa todos los días a ponerte el nasobuco y así lo ves más de cerca?, porque la cara la da todos los días, cada día lo vemos reunido y analizando la situación, tomando medidas, dando orientaciones y en esa cara se nota el cansancio por la carga tan inmensa que se ha echado sobre sus hombros.

Alguien escribió, a los pitcher cuando pierden el control lo sacan del juego y viene otro, sugiriendo que saliera de sus funciones para dar paso a quien lo haga mejor.

¿Saben que pienso?, que para él sería hasta un alivio, pero resulta que en este juego de pelota a él le ha tocado ser pitcher, cátcher, bateador, manager, arbitro, etc. y entonces sustituir un jugador así es muy difícil, más difícil aun si hay muchísimos aficionados que no queremos que lo sustituyan.

Cuando lo llaman dictador, pienso en su carácter afable, en la forma que escucha y pide opiniones a los especialistas de una u otra rama para nutrirse, para aprender, para tomar decisiones.

Cuando la vulgaridad se hace canción y gritan a coro ahora en cualquier tribuna esa palabrota que usan para caracterizarlo, siento una pena enorme, siento vergüenza, siento dolor porque a un ser de luz como él le hayan colgado ese mote.

¿Es perfecto? No, no lo es.
¿Se equivoca?, Si, se equivoca.
Como tú, como yo, como todos.

Miguel Diaz-Canel Bermúdez es un hombre de esta tierra, que nació después del triunfo de la Revolución, que le ha tocado la dificilísima tarea de continuar la labor de la generación que cambió el destino de este país. Con el cual los que soñaban que sin Fidel al frente la fruta estaría madura, se han cogido el dedo (va otra palabra) con la puerta.

Si hubiera traicionado, nada de lo que hoy dicen de él se diría, pero resulta que decidió decirle a su patria amada que siempre sería un honor estar a su servicio y defender su soberanía. Y esto no se perdona.

Para que su entrega dé frutos, cada cubano digno debe ponerse la camiseta del equipo Cuba en el lugar que esté, con las herramientas que tenga, haciendo lo que sepa hacer con excelencia, combatiendo cualquier chapucería.
Entonces la patria nos contemplará orgullosa.

 



Tu valoración

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (11 votos, promedio: 4,64 de 5)

Publicado:27/07/2021

¿Qué Opina Usted?

Por si acaso, su email no se mostrará