Empeñado en impulsar la producción de plátano

Por: Yuniesky La Rosa Pérez

27 de agosto de 2024

Euclides Veyrut González, usufructuario del polo productivo Capitán Lawton. Foto: Gerardo Mayet Cruz
Euclides Veyrut González, usufructuario del polo productivo Capitán Lawton. Foto: Gerardo Mayet Cruz

Las tierras del polo productivo Capitán Lawton, enclavado en las cercanías del consejo popular José Martí (Patria) al amparo y salvaguarda de las elevaciones que conforman la sierra El Abra, históricamente han sido pródigas en la producción de plátano.

Según nos cuenta Euclides Veyrut González, usufructuario al frente de esas áreas con una gran superficie bajo máquinas de riego, sus suelos son de los mejores en esa zona para cultivo del plátano. Ello lo avalan los loables rendimientos conseguidos en cosechas de antaño, aunque hace algún tiempo atrás dichos resultados habían decaído un poco.

Desde que Euclides asumió la responsabilidad de poner a producir toda esa extensión bajo máquinas de riego ha dirigido sus esfuerzos a elevar los niveles de siembra del plátano teniendo como base el conocimiento que atesora de las características de esos suelos y su satisfacción personal de trabajar con la versátil fruta.

Destacó que él y sus hombres comenzaron con diferentes variedades arribadas al territorio procedentes de La Habana, en un envío de dos contenedores con los tipos FHIA-01 y plátano macho. “Nos fuimos adiestrando primero en una máquina –explicó Veyrut González–, después hemos ido ganando en extensión de áreas, utilizando toda la disponible para este tipo de cultivo.

“Existen orientaciones de la máxima dirección del país de incrementar la siembra de plátano en cada territorio de manera notable, debido a que nos encontramos por debajo de los niveles requeridos; incluso en la última visita realizada al municipio por el presidente de la república, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, nos recomendó aumentar las plantaciones en este polo y contribuir con el desarrollo del plátano en el territorio.

Así luce el macizo del Abra donde se plantarán 30 ha. Foto: Gerardo Mayet Cruz
Así luce el macizo del Abra donde se plantarán 30 ha. Foto: Gerardo Mayet Cruz

“En esa dirección estamos aportando con semillas, conocimiento y en ocasiones apoyamos con fuerza de trabajo para sacar la tarea adelante. A raíz de esta indicación ya teníamos sembrado alrededor de 30 hectáreas (ha), algunas ya estaban en proceso de demolición. Hemos ido demoliendo áreas viejas y plantando nuevas, estamos llegando a las 40 ha y la meta según los análisis realizados en el terreno es 70 ha”.

Señaló que se han especializado en diversas variedades nuevas que llegan desde la capital con el propósito de buscar rendimientos superiores que redunden en lograr una mejor distribución a la población e incrementar la disponibilidad de semilla en la Isla de la Juventud, teniendo en cuenta las dificultades que presenta el terruño en este aspecto.

“En lo fundamental estamos sembrando ahora el plátano burro en el macizo del Abra –especificó–, ahí debemos plantar 30 ha que ya están casi terminadas. Hay un segmento en producción, otro en desarrollo y aquí tenemos las posturas para completar lo que falta.

“Se trata de un cultivo noble, lo que se necesita es tener voluntad para producirlo, buscar la semilla, sembrarla y atenderla. Es una especie que asimila todos los beneficios que se le aporten; el 70 por ciento de su supervivencia depende del agua, además su desarrollo tiene tipicidades.

“Por ejemplo debe sembrarse en la época idónea, en este caso en los meses junio y agosto, etapa especial para él, de ahí nuestra recomendación a las personas que aprovechen ese período con la seguridad de que van a obtener beneficios. En otra época también se desarrolla, pero no con la misma fuerza”.

En relación con el empleo de abonos, fertilizantes, químicos… señaló que desde hace algún tiempo utilizan la materia orgánica. “Conocemos las limitaciones como consecuencia de la compleja situación que atraviesa el país con este tipo de recursos. Aquí aprovechamos los abonos orgánicos y algunos abonos líquidos que guardamos como reserva y los aplicamos en fumigación, directo al suelo o cuando preparamos un compost de materia orgánica le agregamos un nivel de este químico y nos proporciona mejorías, pero en lo fundamental trabajamos con humus de lombriz y materia orgánica”.

Respecto al tiempo que demoran para empezar a dar los frutos, precisó que la mayoría de las variedades tardan más de nueve meses. En el caso del burro –que es el más rápido– a partir de los nueve meses se comienza a cosechar, el macho al año y tres o cuatro meses, mientras las variedades nuevas como el FHIA-01, FHIA-02 y FHIA-04 que tienen buen rendimiento a los 12 meses ya están listos.

Aclaró el usufructuario que cuando se habla de rendimiento “nos referimos a que una planta da el racimo con una potencialidad tremenda. Por ejemplo, el FHIA-04, uno de los que estamos empezando a cosechar ahora, los racimos no bajan de las 60 o 70 libras, es una mezcla de plátano macho con fruta, con muy buen aspecto, bueno para comer, madura rápido, es sabroso y goza de aceptación por parte de la población.

“Del extradenso podemos decir que estamos arribando a las diez hectáreas, esta variedad tiene como característica buscar rendimiento; se siembra y al año se corta, se cosecha todo y se vuelve a plantar. Como hay tanto déficit de fertilizantes, el objetivo es rotar la posición de la planta, que esté cerca del surco pero en otra posición, se le echa materia orgánica de nuevo, se vuelve a incorporar a la producción y el año entero está buscando un rendimiento superior”.

Todas las producciones de Euclides están contratadas con la Empresa Agroindustrial Jesús Montané Oropesa, entidad encargada de la distribución. No obstante, cuando obtienen un elevado nivel de rendimiento el propio usufructuario con su gente lo traslada directo a las placitas y de esta manera también contribuyen con la distribución, pues en ocasiones la empresa afronta dificultades con el transporte.

Asimismo, ratificó que sus ofertas se mantienen con los precios topados y establecidos por el Consejo de la Administración Municipal.

Además del plátano, el destacado productor y su tropa están inmersos en la producción de guayaba, sembrando y a la vez cosechando en función de fortalecer la industria. De igual manera iniciaron los preparativos para afrontar las venideras campañas de la papa y la del frijol con la intensión de lograr una contienda con resultados que permita garantizar este producto de la canasta familiar normada.

El productor examina las posturas que completarán las áreas que restan por sembrar. Foto: Gerardo Mayet Cruz
El productor examina las posturas que completarán las áreas que restan por sembrar. Foto: Gerardo Mayet Cruz

 

Trabajadores inmersos en la cosecha de guayaba. Foto: Gerardo Mayet Cruz
Trabajadores inmersos en la cosecha de guayaba. Foto: Gerardo Mayet Cruz


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