El Ectima Contagioso: Un acercamiento
Por: Dr. William Leandro Fajardo Salazar, Centro Nacional de Sanidad Animal (CENASA) del Ministerio de la Agricultura
Se trata de una enfermedad contagiosa de ovinos y caprinos,comúnmente llamada boca costrosa, causada por un virus del genero parapoxvirus. Recibe otros nombres tales como: dermatitis pustular contagiosa, estomatitis pustular contagiosa, boca costrosa y estomatitis ulcerativa.
Es común en el mundo entero, y puede producir dolorosas y espesas lesiones con costras en los labios y las encías. Los animales infectados usualmente se curan completamente, sin cicatrices después de una a cuatro semanas. Sin embargo, en casos severos la ocurrencia de infecciones secundarias puede prolongar este periodo. El consumo de alimento puede deprimirse originando pérdida de peso. Además, puede afectar a humanos vinculados a la actividad de ganadería, constituyendo una zoonosis.
Las lesiones no se limitan a la boca, pueden aparecer también en las ubres durante el amamantamiento. Las lesiones que aparecen en estas son dolorosas, y la hembra puede impedir que la cría mame y provocar que aparezca mastitis.
La enfermedad puede también transmitirse de animales infectados a otros animales. Adicionalmente, las costras las cuales han contaminado el ambiente pueden ser otra fuente de infección. Los equipos de ordeño y el material de cama contaminado por las cabras infectadas pueden ser otras fuentes de infección.
Las lesiones presentan costras, y pueden secundariamente infectarse con bacterias tales como estafilococos y otras. En los casos en los cuales las infecciones secundarias son severas, se recomiendan antibióticos. A pesar de que los labios y las encías son las áreas principalmente afectadas, se han reportado lesiones en la cara, orejas, banda coronaria, escroto, ubres, vulva, cuello, pecho y flancos.
El virus que causa la enfermedad es muy resistente y persiste por largos periodos lejos del hospedero en las costras secas de un animal infectado. La recuperación de la enfermedad proporciona inmunidad por lo menos por un año. La transmisión de inmunidad a las crías por medio del calostro no ha sido totalmente comprobada. Las crías muy jóvenes severamente afectados pueden morir.
Nuestro país posee un Programa de Prevención y Control para dicha enfermedad que comprende primeramente la notificación temprana al Sistema de Vigilancia Epizootiológica (SIVE) de cualquier caso sospechoso, con las características antes mencionadas; la vacunación de la masa en áreas que han sido afectadas, con excelentes resultados y mantener el control de desechos sólidos y líquidos.
Dr. William Leandro Fajardo Salazar
Esp. Epidemiología Veterinaria
Centro Nacional de Sanidad Animal (CENASA)
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