El cirujano del café
Médico de profesión, especialista en Cirugía pediátrica, Frank Yaudel Rodríguez es, al mismo tiempo, el líder de un proyecto para el cultivo y procesamiento de café, al sur de Pinar del Río
Por: Ronald Suárez Rivas | ronald@granma.cu
Pinar del Río.–Frank Yaudel Rodríguez dice que lo suyo con el café fue un amor a primera vista, de esos a los que uno no se puede resistir. Por ello, 14 años después, sigue aferrado a él con el mismo ardor del primer día.
Médico de profesión, especialista en Cirugía pediátrica, Frank Yaudel es, al mismo tiempo, el líder de un proyecto para el cultivo y procesamiento del grano, al sur de Pinar del Río.
Cuenta que su interés por esta actividad lo ha llevado a aprender de agricultura, de procesos industriales, y hasta de la fabricación de equipos para añadirles valor a sus cosechas.
Así, poco a poco, ha podido incrementar la producción, fundar una pequeña empresa y hasta patentar una marca por la que ya se le empieza a conocer en esta región.
Todavía no se había graduado en la Universidad de Ciencias Médicas Ernesto Che Guevara, cuando se decidió a sembrar las primeras plantas.
Sin embargo, confiesa, aquello sería un comienzo con el pie izquierdo, porque la variedad nunca se adaptó a las condiciones del terreno.
«Estuvimos esperando cuatro o cinco años, hasta que, al ver que no nos funcionaba, decidimos sustituirla por una variedad más resistente a las condiciones climáticas, al suelo, las plagas y las enfermedades».
Al fomento de las plantaciones le seguirían los esfuerzos para el procesamiento del grano y obtener un producto de calidad.
«Siempre tuvimos el sueño de realizar un proyecto asociado al café, adonde fuéramos los agricultores y además le diéramos el valor agregado de llevarlo un poco más allá. Cuando a uno le pasa eso, tiene que desarrollarlo, darle oxígeno a ese deseo».
Con ese propósito, surgirían los primeros equipos, a partir del estudio y la innovación. «Al principio eran máquinas muy simples, que se operaban manualmente, pero que ya le daban una mejor terminación al producto».
Luego, a partir de la experiencia, las fueron perfeccionando en aras de humanizar el trabajo y ganar en eficiencia.
«Toda la maquinaria la hemos desarrollado nosotros mismos, con los conocimientos adquiridos a lo largo de los años, la colaboración de otras personas que tienen medios para la soldadura y el corte de metales, y siempre a ensayo y a error.
«Hacemos un equipo, no funciona como habíamos pensado, lo volvemos a ensamblar y así, hasta llegar al resultado esperado».
Aunque se dice fácil, Frank Yaudel advierte que detrás de cuanto ha logrado, está el apoyo incondicional de toda la familia, y mucha voluntad para crecerse ante las dificultades y poder llevar a la par este proyecto y su labor como cirujano en el hospital pediátrico Pepe Portilla.
Se trata, dice, de dos pasiones que complementan su vida. «No puedo desprenderme de ninguna, porque para mí las dos son necesarias.
«Aquí hay muchas horas de desvelo, de trabajo, de sudor, de salir de una guardia, quitarme la bata, vestirme de campesino y ponerme a chapear, a fumigar, a lo que haga falta.Todo lo hemos aprendido de forma autodidacta, estudiando, buscando libros, indagando desde cómo se siembra y cómo se cosecha, hasta las curvas de tueste».
El café de su plantación y el que le tributan otros campesinos de la zona, en un primer momento se comercializó localmente en el poblado de Pilotos; pero con el tiempo se han sumado otros destinos.
«En la actualidad, también tenemos un punto de venta en el mercado agropecuario de la cabecera municipal de Consolación del Sur y contratos con la Empresa de Acopio, con instalaciones de turismo, mipymes y trabajadores por cuenta propia.
«Nos han contactado también algunas empresas exportadoras cubanas, con las que estamos en fase de negociación».
En empaques de varios formatos y bajo la marca Café Cardentey, que hace referencia al apellido materno, sus producciones han ganado cada vez más en aceptación y en calidad.
No obstante, Frank Yaudel aclara que se trata aún de cantidades limitadas.
Sus sueños, sin embargo, apuntan mucho más allá. De ahí que entre los planes a corto plazo esté el fomento de las siembras y la incorporación de nuevas líneas, como los frutos secos y harinas de diferentes orígenes.
«Todavía somos algo pequeñito, pero con deseos de seguir creciendo».