El bien contra el mal
Por: Ing. Antonio Guzmán Torres. Dirección Forestal, Flora y Fauna Silvestres. Ministerio de la Agricultura.
En todos los ámbitos el bien y el mal siempre se han enfrentado. Es lógico, son contrarios. Unas veces prevalece el uno sobre el otro. La cuestión está en cómo lograr que el bien resulte vencedor en cada enfrentamiento. Pero, no voy a referirme a esta eterna lucha de forma general. Seré específico. Quizás nunca antes hayas leído sobre dicha confrontación en el ámbito forestal.
Son muchos los ejemplos que ilustran la presencia del mal en este sentido; veamos uno, bien siniestro por cierto: los incendios forestales, sobre todo si se originan por la acción irresponsable del hombre cuando se quema algún residuo de cosecha o se prepara el área para la siembra sin adoptar medidas de control; también cuando en actividades de pezca o caza (por demás furtivas) o en acampadas no se controlan las fogatas o fogones rústicos donde se cocinan los alimentos.
Existen otras causas de origen de los incendios, algunas son naturales. Pero, con independencia de ello, este mal se alimenta de la negligencia de no ser prevenido, de la falta de preparación para su combate, de la no realización oportuna de actividades que disminuyan el riesgo a través de la silvicultura, de la inacción en su enfrentamiento.
¿Cuáles son las consecuencias de este mal? Imaginarlo es desagradable, verlo es mucho más triste y vivirlo es terrible. ¿No has visto lo deprimente que resulta un bosque destruido por el fuego y cómo quedan convertidas en cenizas las plantas y los animales icinerados? Prefiero mostrarte una imagen diferente. La que el bien construye o conserva. Mírala:
Sabemos que hay otros ejemplos del mal: la tala y caza ilícitas que se alimentan de la falta de control y cuidado de nuestras áreas naturales, y que en ocasiones se hace legalmente pero su uso es irracional. Claro que es cierto, sin embargo, insisto en que no enturbies, imaginando eso, la bella imagen de un entorno conservado como este:
El mal persiste. Pero, te aseguro que son muchos más los ejemplos del bien: Mi país ha ido incrementando sostenidamente su cobertura forestal hasta un 31,8% y el 16% de la superficie terrestre está bajo el sistema de áreas protegidas con una representación de 32 formaciones vegetales. Gracias al esfuerzo de los trabajadores del sector forestal las cosas que alimentan al bien se hacen. Se hacen con creces y con amor, contando con el apoyo del Estado Cubano. Demostrando que haciendo el bien se construye un mundo mejor porque #MejorEsPosible.
DEDICADO A LOS TRABAJADORES DEL SERVICIO ESTATAL FORESTAL POR SU 27 ANIVERSARIO
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