Desmontar y sembrar para seguir creciendo

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23 de agosto 2024

El productor muestra las raíces de marabú que han sido exorcizadas de las tierras. Foto: Gerardo Mayet Cruz
El productor muestra las raíces de marabú que han sido exorcizadas de las tierras. Foto: Gerardo Mayet Cruz

“Yo soy del campo, me encanta sembrar, toda la vida me ha gustado trabajar la tierra y para hacerla prosperar es imprescindible sentir amor por ella, porque exige mucho esfuerzo, sacrificio, hay que estar pegado desde que te levantas, pero al final la mayor satisfacción llega cuando se cosechan los resultados”, así expresó Sergio Álvarez Mesa, asociado de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Carlos Reyes, mientras mostraba con orgullo cuanto ha logrado en su finca, enclavada en las cercanías del reparto Juan Delio Chacón.

Con una extensión de diez hectáreas de tierra, la finca se encuentra a un costado de la carretera que nos lleva a la popular playa Paraíso, en un área donde Sergio de conjunto con su ayudante Oscar Chacón Zorrilla han conseguido despojar el marabú y transformar el tupido macizo de arbustos espinosos en un sitio de un verde floreciente.

A pesar de que el sueño de Álvarez Mesa siempre ha sido trabajar la tierra, no fue hasta ahora que se le presentó la oportunidad de solicitar áreas para producir alimentos. En la actualidad tiene plantados yuca, maíz, melón, cultivos que ya ha cosechado, además de boniato de buena calidad.

Sergio asegura que siempre ha preferido trabajar la tierra. Foto: Gerardo Mayet Cruz
Sergio asegura que siempre ha preferido trabajar la tierra. Foto: Gerardo Mayet Cruz

Dichas producciones van destinadas en lo fundamental a los puntos de venta del reparto Juan Delio Chacón y en un noble gesto de contribuir con los programas sociales ha enviado donaciones a la casa de niños sin amparo familiar y al hogar de ancianos. Destacó que esta deferencia los llena de satisfacción por la sensibilidad que supone y ratificó que en la medida que continúen creciendo la intención es extender los donativos al hospital general docente Héroes del Baire y otros centros vinculados con los diferentes programas sociales.

Pero para llegar hasta los resultados que hoy presumen hubo que recorrer un largo trayecto nada exento de obstáculos, comenzando por la formidable batalla que siempre plantea eliminar el marabú.

“Con mucha tenacidad conseguimos desmontar poco a poco estas áreas –explicó Sergio–; se trata de una planta invasora difícil de erradicar, mas si ponemos empeño es posible eliminarlo y aprovechar las tierras para producir comida para el pueblo.

“Lo más difícil no es cortarlo arriba, sino después hacer el destronconado que es con pico y mandarria para poder sacarlo de raíz, pues si queda un pedazo aunque sea pequeño vuelve a retoñar.

“Sembramos guiándonos más o menos con guatacas, preparando la semilla y plantándola dentro de la tronconera, ese es otro proceso, debemos esperar a que el tronco pudra porque verde es difícil sacarlo.

“Entonces sembramos más yuca, teniendo en cuenta que cuando esta crece y llueve toda esa humedad permanece en el suelo y eso nos ayuda a poder destronconar mejor y más rápido para deshacernos de los troncos de marabú y poder trabajar con implementos agrícolas”.

Oscar afirma que la clave de los resultados radica en el tiempo que se dedica al trabajo. Foto: Gerardo Mayet Cruz
Oscar afirma que la clave de los resultados radica en el tiempo que se dedica al trabajo. Foto: Gerardo Mayet Cruz

Aunque ya el asociado de la CCS Carlos Reyes acumula alrededor de tres a cuatro años en esas áreas, continúa explorando las tierras con la idea de sembrar plátano más adelante.

“Es una tierra casi virgen y muy fértil, cuanto se planta se da bien, lo cual ha posibilitado obtener resultados sin emplear fertilizantes ni productos químicos. Los cultivos que más hemos sembrado son boniato, yuca y calabaza, sin embargo esta última ha sido afectada por la plaga ante la escasez de productos para combatirla. Para paliar esta situación utilizamos el poquito de insecticida que conseguimos”.

En relación con el riego precisó que poseen un pozo “que llevaba tiempo ahí, le hicimos unas reparaciones para acotejar una parte del brocal que estaba roto, utilizando piedra, arena y cemento, además le dimos más profundidad y ya lo tenemos lleno de agua. “Pretendemos adquirir una turbina y de esta manera poder producir cultivos de ciclo corto y ampliar la oferta que no solo sea de viandas, sino también incorporar hortalizas y otras producciones.

La yuca es uno de los cultivos que ya se han ofertado en los puntos de venta. Foto: Gerardo Mayet Cruz
La yuca es uno de los cultivos que ya se han ofertado en los puntos de venta. Foto: Gerardo Mayet Cruz

“La intención es sembrar cada palmo de la tierra, pues se pidió para producir cultivos varios y fomentar la cría de ganado menor. Queremos crecer, pero resta esperar a que esté la documentación para poder encarar los proyectos que deseamos.

“Me siento satisfecho al apreciar la transformación que hemos materializado aquí, ha sido una tarea ardua, como dice el refrán no hay gloria sin sacrificio y nada cae del cielo, hay que trabajar y producir que es el llamado de la máxima dirección del territorio y el país”.

Sergio y Oscar son muy celosos con la salvaguarda de lo que han erigido codo a codo y con mucho empeño. Sobre todo en un contexto en el cual algunos inescrupulosos intentan aprovecharse de lo que gente que suma de verdad construye en beneficio de los pineros.

“Mantenemos una vigilancia permanente, tenemos una casita para quedarnos en las noches, ya tuvimos un caso aquí y logramos atrapar al malhechor, le dimos el parte a las autoridades, se procedió a la denuncia y el caso fue procesado. Estamos produciendo alimentos para la población y bajo ningún concepto podemos permitir que los delincuentes se aprovechen”.

Foto: Gerardo Mayet Cruz
Foto: Gerardo Mayet Cruz

Por su parte Chacón Zorrilla reveló que una de las claves de los resultados radica en el tiempo que le dedican al trabajo. “Llegamos bien temprano y nos vamos tarde, aprovechando el tiempo al máximo posible, no obstante siempre se queda uno para hacer la guardia nocturna.

“Desde que estoy aquí hace más de un año no escatimamos esfuerzos tirando pa´alante, sembrando de todo, el año pasado cosechamos bastante quimbombó, calabaza y seguimos tumbando marabú para crecer más. En los próximos días pretendemos hacer surcos empleando la tracción animal con el propósito de lograr superiores rendimientos, porque a pico y pala no es lo mismo”.

Desalojar el marabú y limpiar tierras para continuar creciendo es la meta inmediata y la frase que repite de manera constante esta abnegada dupla, que a machete limpio convirtieron una infestación del indeseable arbusto en un oasis donde la tierra junto ellos engendran la maravilla.



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