Concluye Taller de ganado menor de proyecto HAB.AMA
Participantes en esta iniciativa respaldada por la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo comparten sus visiones sobre el taller |
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Escuchar a voces autorizadas e intercambiar con ellas de tú a tú es un privilegio. Si a esto se le suma la posibilidad de apreciar algunas de las experiencias más avanzadas del país y conocer de primera mano a sus protagonistas, visitar los escenarios productivos donde ponen en práctica conocimientos, innovación y voluntad, el ciclo se completa.
Esa oportunidad la tuvieron participantes en el Taller de ganado menor del proyecto Autoabastecimiento alimentario y desarrollo de iniciativas económicas sostenibles en La Habana (HAB.AMA) con productores de avanzada del Programa Apoyo Estratégico a la Seguridad Alimentaria Sostenible en Cuba (SAS-Cuba) en Villa Clara y Sancti Spíritus.
En el intercambio final, luego de la construcción en equipos, se compartieron criterios como la necesaria interacción, participación y continuidad del trabajo con los productores, abordar temas relacionados con la genética y las técnicas de conformación de un buen rebaño, hacer intercambios de experiencias entre
productores y las fincas, establecer un sistema de trabajo que garantice la capacitación constante, buscar la vinculación con las autoridades locales, toda vez que es en los municipios donde se vive y se produce y adonde deben tributarse alimentos, y establecer una red entre productores, capacitadores y directivos.
Visiones
Varios participantes compartieron sus impresiones de esta experiencia que tiene como continuidad y reto llevar todos esos aprendizajes no solo a la práctica productiva de quienes participaron, sino -y sobre todo-, compartirlos en sus fincas, Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), Unidades Básicas de Producción Cooperativas y asociaciones como la de Producción Animal (ACPA).
Lázara Ramírez Sosa, productora de la CCS José Martí, del municipio Guanabacoa, tiene como proyecto la cría de cabra. «Empecé con tres cabras y tengo 20, de la raza Nubia y Alpina, bastante fuertes. Tengo las hectáreas de tierra para sembrarles comida y lo que he visto en las visitas me da ideas para hacerlo mejor desde ahora».
Iris Fonseca Ibáñez, asesora técnica de la finca Vista Hermosa, de Guanabacoa, confiesa que primero, el taller le permitió «refrescar mucho conocimiento, con una capacitación bien amplia sobre el tema del ganado menor”. En segundo lugar, dijo, «hemos visto experiencias significativas de cuánto se puede hacer en las fincas y cuánto se puede trabajar por incrementar tanto la producción como la eficiencia en cada una de estas especies. Ahora queda trasladar todas estas experiencias a Vista Hermosa que, a pesar de ser de referencia, todavía tenemos muchas cosas que hacer», destacó.
Daniel Martín de la Concepción, es integrante de la Cooperativa de Créditos y Servicios 13 de marzo, de Boyeros, y presidente de la organization de base de la ACPA en ese territorio. Productor de conejos que apenas se inicia en la cría de ovinos y caprinos, consideró: el encuentro «me ha servido principalmente para la capacitación, conocer a personas de otras provincias y ver su forma de producción e intercambiar experiencias entre nosotros».
«He aprendido el manejo que debe tener la masa ovino caprina que nunca he trabajado y de esta forma, transmitir a mis productores toda estas experiencias y evitar los errores que con anterioridad ya cometieron otros», dijo.
Entre quienes participaron, estuvo la coordinadora del proyecto HAB.AMA en el Cotorro, Giselle Chong Ríos. El taller, declaró, me ha aportado muchísima experiencia que me va a servir para transmitirla a otros productores y que puedan llevarlas a la práctica en el Cotorro.
«Llegar al centro del país y conocer lo que hacen otros ganaderos es increíble, porque las instalaciones y las fincas que se han visitado son de productores líderes de esos lugares, con un espacio que no tenemos en nuestra provincia, pero logras captar la esencia de lo que se puede hacer y poder de alguna manera traspolarlo hacia La Habana, adecuándolo a nuestros espacios y nuestra escala, según lo que tenemos en
el municipio», enfatizó.
Para Chong Ríos, «estamos alejados todavía de lo que queremos, pero con el apoyo, sobre todo de los gobiernos y decisores, aparte de lo que se está logrando con los recursos adquiridos por el proyecto, estoy segura de que lo vamos a poder hacer».
A Rolando Parra, productor y beneficiario del proyecto HAB.AMA, de la finca Las Piedras, en la CCS Efraín Mayor, quien se inicia en las especies menores, el taller le vino como anillo al dedo. «Estamos preparando las condiciones para el proceso de adquisición de los ejemplares para reproducir y multiplicar. Haber participado en el taller antes de empezar te da la posibilidad de evitar los errores y conocer por dónde
debemos empezar, cultivar primero el alimento para alimentar ese animal. Posteriormente, nos concentraríamos en obtener los ejemplares y mejorar la genética de esos ejemplares, según lo que vayamos a producir: leche o carne», comentó.
Andrés Vitón Romero, productor de avanzada del municipio Arroyo Naranjo, dedicado a las especies caprina y cunícula. Vistas las experiencias de Villa Clara y Sancti Spíritus, desea tener similar apoyo en su territorio para alcanzar resultados superiores.
Para Bárbara Rodríguez, de la Empresa de Ganado Menor y de la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) de Mayabeque, el taller fue una oportunidad en tiempos difíciles de que productores del occidente y del centro interactuaran, intercambiaran y se vieran experiencias en diferentes modos de hacer, desde pequeña escala a gran escala, diferentes tipos de suelo y de vegetación y cómo las personas del occidente
van a poder poner en práctica muchas experiencias que hoy se manejan en las provincias centrales, que siempre fueron un potencial en la ganadería.
Otro aspecto relevante, consideró, fue el acompañamiento de los institutos, con el privilegio de contar con profesores como Raquel Ponce de León (conejos), Delfín Gutiérrez González y Jorge Acosta.
Punto y seguido
Carlos Lopetegui, director de HAB.AMA, destacó la adecuada selección de los escenarios para los beneficiarios de La Habana. «Realmente hemos logrado un intercambio entre productores de ambos proyectos, de regiones muy diferentes y ha sido maravilloso».
«Cada uno de los productores se lleva nuevas herramientas, nuevos conocimientos que ahora tienen que adecuarlos a sus condiciones locales, con el apoyo nuestro y de las instituciones de ciencia que hemos involucrado en este proceso», señaló.
A juicio de Lopetegui, se ha logrado un nivel de articulación entre actores clave: ciencia, empresa y productores, que debe resultar vital para las acciones que se ha propuesto el proyecto.
A la pregunta sobre qué reserva HAB.AMA en lo adelante, su director respondió: «trabajar mucho a nivel local con cada uno de los productores en la adecuada implementación de la tecnología y en cada uno de los procesos que se vienen desarrollando».
Toda esta labor, dijo, debe generar nuevos resultados en incrementos de la masa de ganado menor, a partir de mejoras genéticas. «En La Habana, para incrementar la producción de carne de las especies ovina y cunícula, y de leche de cabra, primero hace falta incrementar la masa, por eso hay que trabajar en la genética -que es lo que se propone el proyecto-, para poder disponer de ejemplares con una genética
adecuada para poder multiplicar los pies de cría de manera que los productores puedan contar con animales superiores y elevar sus resultados productivos y su eficiencia», destacó Lopetegui.