¿Cómo aprovechar al máximo las tierras ociosas?
En el polo de producción cooperada La Caraña, una parte de los terrenos se dedica al autoconsumo
Por: Julio Martínez Molina | internet@granma.cu
Cienfuegos.–En el polo de producción cooperada La Caraña, de la Empresa Porcina (EPC) del territorio, se aprovechan las grandes porciones de tierra que durante mucho tiempo permanecieron ociosas.
Los terrenos están destinados, en su mayoría, a la producción de alimento animal. Alejandro Martínez González, director de la EPC, explicó que hay planificadas, en el calendario actual, 170 hectáreas para al cultivo de la yuca, 85 de sorgo, 26 de maíz, 13 de frijol caupí y diez reservadas a la siembra de boniato.
El resto de este flamante polo –ubicado estratégicamente a la vera del canal magistral Paso-Bonito Cruces– se orienta hacia el autoconsumo y destacan, en tal sentido, 90 hectáreas exclusivamente para el arroz.
PRODUCIR ALIMENTO ANIMAL, SIN MIRAR PARA EL BARCO
La EPC encontró aquí el sitio ideal para fomentar el autoconsumo de sus 700 trabajadores; al tiempo de crear las condiciones en el desarrollo de especies vegetales para la producción de alimento animal y, así, garantizar, con medios propios, parte del sustento de 6 000 cerdos.
En esta masa existen reproductoras, crías y animales en ceba, distribuidos en nueve unidades especializadas.
Martínez González precisó que, ante la situación económica del país y la crisis financiera para la importación de piensos industriales, solicitaron tierras para producir ellos mismos el alimento animal, sin necesidad de mirar para el barco, como también para cultivar la comida para los 13 comedores obreros.
Con ese propósito, tramitaron 600 hectáreas, enclavadas en el municipio de Cruces, de las cuales 200 ya están establecidas en usufructo por cinco productores
Al decir del directivo, ambas partes se benefician a partir de la conformación de fichas de costo, entre unos y otros. La entidad estatal asume las facilidades crediticias con el banco, el contrato con la maquinaria agrícola necesaria, tanto para la preparación de tierra como el desbroce de nuevas áreas, así como la inversión en infraestructura de regadío, aprovechando las aguas del cercano canal magistral y edificios socioadministrativos.
RESCATAR LOS NIVELES PORCINOS DE ANTAÑO
Este polo es un paso esencial en el camino encontrado por los porcicultores del territorio, en función de rescatar los niveles de antaño, cuando Cienfuegos figuraba entre las provincias más productoras del país en este renglón de la ganadería, señaló la máxima autoridad de la entidad.
A su juicio, su desarrollo tendrá un gran impacto en la sustitución de importaciones con productos nacionales como la yuca, el sorgo y el maíz a partir del tratamiento prefabril de secado y molinado.
En tanto, este empeño está sumado al encadenamiento ya existente de 52 productores, a los que les facilitan un nivel de combustible y ellos, en cambio, contratos mediante, retribuyen a la EPC con maíz, paja de arroz y yuca, esencialmente.
BIENVENIDAS LAS TRANSFORMACIONES
Los obreros agrícolas Delfín Sánchez y Antonio Labrada son protagonistas y testigos de las transformaciones que en La Caraña se operan en los últimos meses. Habituados a los rigores del campo, por muchos años, en estas mismas superficies cultivables antes de ser convertidas en el actual polo, ambos coinciden en que el cambio ha sido sustancial, «¡como de la noche al día!», cual exclama el experimentado Labrada.
El veterano agricultor añadió que, no obstante, la falta de recursos, gracias al esfuerzo de los trabajadores, son óptimas las condiciones de los cultivos, y ejemplifica con la yuca, limpiecita y bien atendida a punta de guataca, según sus palabras.
Como labriegos de fogueo en estas lides, tanto Antonio como Delfín reclaman la presencia de la tracción animal en el laboreo de la tierra. En esa misma cuerda, según el directivo de la entidad, ya se tiene en cuenta la preparación de varias yuntas de bueyes para ese y otros fines.
El joven Liswandy Díaz Rodríguez, uno de los cinco usufructuarios, rememoró la primera incursión en estos campos, cuando comenzó, él solo, machete y hacha en mano, a desmostar estos terrenos llenos de marabú.
Martínez González adelantó que está en perspectiva la adquisición de una planta para harina de yuca, que proveería del alimento directamente a las unidades, incluso ese mismo equipamiento tecnológico serviría para el sorgo. Se prevé, además, la entrega de dos tractores nuevos con sus implementos. Y ya se habla aquí de la creación de un módulo pecuario para el autoconsumo.