Citogenética y daños que provocan en los sementales porcinos
Por: Grupo Ganadero y Grupo Web del MINAG
El objetivo principal del estudio citogenético de reproductores porcinos es la detección de posibles animales portadores de alteraciones cromosómicas en el cariotipo, debido a las importantes repercusiones que estas tienen sobre la reproducción.
El cariotipo es el patrón cromosómico de una especie expresado a través de un código, que describe las características de sus cromosomas.
La mayor parte de las anomalías genéticas se aprecian por una degradación visible de los animales, y pueden ser fácilmente eliminadas. Otras no tienen incidencia sobre el fenotipo de los animales portadores, pero pueden tener una incidencia en la reproducción del individuo transmitiendo este problema a su descendencia.
Los animales portadores de las translocaciones cromosómicas recíprocas no suelen presentar ninguna manifestación externa, y en el caso de los machos la calidad del esperma tampoco suele verse afectada.
En una revisión de numerosas translocaciones identificadas en porcino, se ha estimado que el descenso medio del tamaño de la camada que se puede producir cuando uno de los dos reproductores es portador de una translocación recíproca, es de un 41%, variando en un intervalo entre un cinco y un cien por ciento. Este descenso es producido por una elevada mortalidad embrionaria.
Ocasionalmente, la tasa de fertilidad también se ha visto afectada, observándose un incremento en la tasa de retorno a celo de las hembras. En algunos casos, la presencia de determinadas translocaciones se relaciona con la aparición de lechones con malformaciones y poco viables, que incrementan el porcentaje de bajas después del parto.
En consecuencia, la utilización de reproductores portadores de translocaciones recíprocas en el cariotipo se traduce en importantes pérdidas económicas, que se agravan cuando se trata de verracos de centros de inseminación artificial. Estos animales generan un número de camadas elevado en un intervalo corto de tiempo, y por lo tanto, la detección precoz de estos machos es de suma importancia económica.
Las anomalías de cariotipo son provocadas por modificaciones en el número o en la estructura de los cromosomas. Las primeras se traducen generalmente por una mortalidad embrionaria precoz o por graves alteraciones fenotípicas. Las modificaciones de estructura están consideradas como resultado de un proceso de rotura(s) seguido de una fusión y las translocaciones recíprocas (cambio de dos segmentos entre dos cromosomas). Estas últimas constituyen las anomalías cromosómicas más conocidas en la especie porcina y con una mayor repercusión en la producción y economía por su bajada en la prolificidad, provocada por los individuos portadores tanto para machos como para hembras reproductores(as).
Consecuencias de las translocaciones recíprocas
Los programas de selección que buscan mejoras en la prolificidad pueden eliminar en parte los individuos portadores de mutaciones que implican bajadas en el tamaño de camada, ya que la presentación de alteraciones en el cariotipo puede aparecer de forma espontánea en animales que han sido sometidos a esquemas de selección para mejorar su producción.
Un animal portador de una translocación recíproca en estado de heterocigosis produce diferentes tipos de gametos, por ejemplo en un caso de translocación que reduzca la prolificidad un 50% se produciría 1 gameto normal, un gameto equilibrado, y dos gametos desequilibrados (por exceso o defecto de un fragmento de uno de los dos cromosomas), en los gametos no se ven afectados las estructuras y funciones celulares que le permiten fecundar.
La repercusión en granjas de selección o en centros de inseminación artificial supone grandes pérdidas económicas, puesto que en cerdas de selección su descendencia será utilizada como reproductor y existe transmisión de la alteración con el consiguiente descenso en prolificidad, el problema es aún mayor si se presenta en verracos utilizados en inseminación, ya que pueden no presentar ninguna anomalía en la calidad seminal, y hasta que se pueda percatar la bajada de tamaño de camada (sí se llega a localizar) la cobertura de cubriciones es enorme transmitiendo el problema a un gran número de camadas.
Las consecuencias prácticas de las translocaciones recíprocas para un productor se traducen en una reducción del número de lechones producidos en la explotación, esta reducción es muy variable según el tipo de translocación y varía de un 5 a un 100%, con un valor medio de 41%. Para evitar estas pérdidas en producción es crucial la identificación rápida de los individuos portadores.