Al rescate de la ganadería
Por: Juan Farrell Villa
25 de junio 2024
Cuando está por concluir la primera etapa del ejercicio e investigación a la masa en el ganado vacuno y bufalino, la provincia de Granma avanza en su realización tras ser visitados más del 80 por ciento del total de los propietarios.
No obstante, los municipios de Cauto Cristo, Campechuela y Buey Arriba registran los mayores atrasos en la ejecución de este proceso, decisivo en el objetivo de lograr orden y disciplina en el sector.
Hasta la fecha el ejercicio ha podido comprobar múltiples irregularidades con registros desactualizados, dos mil 815 nacimientos sin declarar, además de mil 421 faltantes y cuantiosas pérdidas por las muertes de vacunos, detrás de lo cual se esconden prácticas nocivas como el hurto y sacrifico de ganado y otros fenómenos que dañan la sociedad.
Entre las medidas por las violaciones al control de la masa se aplicaron 654 multas con un importe de 16 millones 654 mil 850 pesos, la extinción del usufructo, la compra y decomiso de los animales y sanciones administrativas e inicio de procesos penales a los infractores.
Al respecto, comienzan a experimentarse algunos resultados favorables, al cierre de mayo, la provincia alcanzó el 24 por ciento de natalidad con tres mil 123 nacimientos más, en comparación con igual etapa del año anterior, al declarar sus dueños el hecho en las oficinas de registros pecuarios.
Igualmente, ha habido un aumento y mejor respuesta productiva en la entrega de leche y carne a la industria, aun insuficiente y distante de las necesidades del alimento.
El trabajo continúa, en una segunda etapa, en que será efectuada las campañas para analizar todos los propietarios de ganado equino, y en septiembre se hará un cambio de Certificado de la Propiedad.
De ahí el llamado de atención sobre la importancia de profundizar en el empeño, pulsar con el máximo de objetividad en el estado de la masa ganadera, en virtud de lo legalmente vigente en la nación para que crezca y con sus enormes potencialidades contribuya a la imprescindible soberanía alimentaria.
Así, a mi parecer, la moraleja que deja la pesquisa, en su realización oportuna y estratégica, es la que sin control, los animales y la tierra continuarían aportando cada vez mucho menos o casi nada a la alimentación del pueblo.