No solo con medidas habrá carne y leche

La atención a productores de más de diez vacas es otro reto, pues el 80 % del ganado está en manos del sector no estatal, así que los conceptos de la recuperación tienen que estar a tono con atenderlos: dar acceso a créditos, entregar tierras, construir canales logísticos para que puedan acceder a determinados insumos básicos, todo sobre la base de las potencialidades de cada territorio

VACAS

En el ganado mayor se prioriza la atención a la hembra, trabajar con la añoja (animales destetados y alimentados con pasto hasta su sacrificio), la novilla y la vaca, para obtener más leche. Foto: de la autora

Quien piensa que criar un animal es fácil, nunca ha tenido un perico, un perro, y mucho menos una vaca. Imagínese levantarse a las dos de la madrugada todos los días –sí, porque ni la res ni sus primos entienden de feriados, ni de fechas festivas–, llegar hasta la vaquería, ponerse a limpiarla, recoger el ganado para alimentarlo, ordeñar, ¡y la jornada apenas empieza!

Imagínese hacer todo eso en Cuba, donde las complicaciones empiezan por el bloqueo económico de EE. UU. y nunca terminan. Lo peor es que la vaca no entiende de si hay o no comida y agua, porque si está inquieta, ¿quién la ordeña? No nos puede dar lo mismo que la leche alcance solo para el ternero.

Y llamo a la abstracción a los que nos preguntamos hasta cuándo será la falta de leche, queso, yogur o carne en los mercados; porque el que está detrás de la producción, ya sea el ganadero de una unidad estatal o el productor privado, puede describir mejor el desasosiego de su rutina, y por qué sus resultados no satisfacen la demanda.

No obstante, siempre hay personas como Luis Hernández Hernández, el jefe de la vaquería 60 de la unidad empresarial de base Corralito, de la Empresa Pecuaria Genética Camilo Cienfuegos, en el pinareño municipio de Consolación del Sur.

Junto a su colectivo laboral –el que con las nuevas medidas a nivel de país se ha vuelto más diligente y se siente más dueño–, Luis Hernández no descansa y aprovecha cada una de las 96 hectáreas a su encargo, para cuidar de sus 221 cabezas de ganado, de ellas 140 bajo plan de reproducción.

«Aquí cada trabajador hace lo que le toca, –afirma convencido–, y cuando terminamos nuestras tareas, ayudamos en lo que haga falta, porque tenemos más motivaciones. Las cosas han mejorado con las medidas que se han estado aprobando, y el colectivo se siente más estimulado».

El nuevo concepto del colectivo laboral, dice, también ha sido una ventaja directa para el sistema de pago, porque antes ganábamos 3 000 pesos en el mes, y ahora el ingreso es de unos 5 000.

Comparte este productor, además, que la estrategia para mantener la vaquería, la primera constituida en la empresa, y perfeccionar sus resultados, es asegurar la hembra y la vaca gestante, también garantizar la planta proteica, la sombra y el agua para el ganado.

Especifica que cuentan con unas nueve hectáreas sembradas de caña, 14 de King grass, y otras con plantas proteicas como Tithonia, Moringa y Morera. «La yuca también nos sustituye el pienso», afirma.

Como la alimentación es una prioridad, Denis Sixto Rodríguez, director de la Empresa Pecuaria Genética Camilo Cienfuegos, reconoció que en el pasado año la entidad, en general, logró 982 toneladas de silo.

«Estamos enfrascados en hacer más de 5 000 toneladas de heno, y en garantizar la planta proteica. Además, la empresa tiene comprado más de 5 000 quintales de yuca para hacer pienso. No obstante, todavía hay déficit, pues de los 50 kilogramos que se deben garantizar por animal, solo tenemos 41. Existen otros productos del grupo empresarial Azcuba que dependen de los planes que nos asignen», confiesa.

TRANSFORMACIONES Y DESAFÍOS

Sixto Rodríguez comenta que las medidas aprobadas para el fortalecimiento de la empresa estatal socialista les han permitido más independencia en la gestión, beneficiosa en muchos aspectos, como las 63 disposiciones destinadas a estimular la producción agropecuaria.

En ese sentido, reflexiona, tenemos a la figura del productor como una forma productiva, lo que nos hace más directa la relación contractual. Al mismo tiempo, con la apertura de la comercialización, la empresa no solo ha logrado arrendar un mercado para vender directamente los productos, sino que trabajamos en la remodelación de otro para la venta en moneda libremente convertible (MLC).

El asunto del incentivo de los colectivos laborales, coincide con Luis Hernández, ha sido fundamental, porque ya se nota el cambio de mentalidad. Al inicio no se conocía del funcionamiento, pero ya el sentido de pertenencia sobre la unidad se siente.

Como resultado, se le presta atención, inclusive, a producciones en las que antes no nos centrábamos, como la yagua, el palmiche y la madera, acota.

Mientras, se sigue potenciando la genética, por lo que en 2021 se logró la promoción de 17 sementales para la inseminación artificial, tres más que lo previsto, y 180 de los 150 toros destinados a la monta.

De los diez proyectos de desarrollo ganadero con que cuenta la empresa, el mayor es el Siboney de Cuba y el Jersey, que es lechero; y de carne existe el Cebú, de las razas sardo, bermejo y blanco; además del Charol, el Santa Gertrudis, el Chacuba, así como la Criolla de Cuba, especifica.

Se le agrega un proyecto de ovino pelibuey y, de caprino, la cabra criolla. Conservamos también la especie del cerdo ibérico, señala.

Ciertamente, aún queda mucho por descifrar en temas de comercialización, contratación y otros procesos, que siguen siendo engorrosos para la empresa estatal, y que transitan por la burocracia, la ausencia de un comercio mayorista realmente eficiente y la confluencia de muchos actores económicos, entre los que hay que seguir buscando el equilibrio para mejorar las relaciones.

El año 2021, para la Camilo Cienfuegos significó una pérdida de unos 16,8 millones de pesos. La producción de leche solo alcanzó el 69 % de lo previsto y, aunque la de carne se sobrecumplió, sigue lejos de la expectativa.

Eso demuestra que las transformaciones en la ganadería no ocurren de un año para otro, si bien son imprescindibles y urgentes; aunque no faltan las ganas de hacer y existe el sacrificio de los ganaderos, de sol a sol.

Prioridades de la ganadería

Transformar la empresa para que, además de lo comercial, asegure la genética a los productores, se convierta en servidora, a través de los centros genéticos y multiplicadores, interactuando por vía contractual con los tenentes de ganado en Cuba.

Sobre el ganado menor, las perspectivas se enfocan en tener centros genéticos multiplicadores y venderle a los productores los pies de cría para el desarrollo, además del posterior encadenamiento para que los productores sean una opción más y le vendan a la empresa el producto final.

En el ganado mayor se prioriza la atención a la hembra, trabajar con la añoja (animales destetados y alimentados con pasto hasta su sacrificio), la novilla y la vaca, para obtener más leche.

La atención a productores de más de diez vacas es otro reto, pues el 80 % del ganado está en manos del sector no estatal, así que los conceptos de la recuperación tienen que estar a tono con atenderlos: dar acceso a créditos, entregar tierras, construir canales logísticos para que puedan acceder a determinados insumos básicos, todo sobre la base de las potencialidades de cada territorio.

Impulsar otros motores de la avicultura, como el desarrollo de la codorniz, que permita una estructura de autoabastecimiento territorial. «La premisa sería que cada empresa en Cuba tenga que sostener unas 30 000 codornices y luego mantener un enfoque de cadena, para ir oxigenando las finanzas de este programa».

La visión de sostener la producción porcina tiene que pasar, inevitablemente, por la atención a las reproductoras, desde la masa genética, y aprovechar los recursos endógenos. Para ello se ha desarrollado un programa alternativo con el objetivo de llegar a 100 000 reproductoras en 10 000 productores, además de buscar un cruzamiento que le dé un nivel de rusticidad a la raza que hoy tenemos y desarrollarla.

La modalidad del coto porcino, un animal f1, que puede consumir un alimento más grueso, como el palmiche, podría significar una mejora para enfrentar el déficit de carne de cerdo en el momento actual.

Acerca de la transformación en la matriz alimentaria, lo más importante es entregarle tierras a los productores para que siembren, si bien al inicio de la crianza siempre es necesario otras proteínas, que pueden identificarse entre las fuerzas locales y la importación.

Fortalecer la interrelación de las cuatro empresas de ciencia con el sistema empresarial, el uso de la informatización para desarrollar softwares que agilicen la gestión de los procesos productivos y el comercio electrónico, a corto plazo, en los pagos de la producción de huevo y pienso. Fuente: Entrevista a Yoan Sarduy Alonso, presidente del Grupo Ganadero del Ministerio de la Agricultura, Tomado de Granma.



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