Inocuidad de los Alimentos: responsabilidad de todos
Cada 7 de junio se celebra el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos.
Por: Grupo Web del Minag
7 de junio 2025
Con el objetivo de sensibilizar e impulsar acciones concretas “para prevenir, detectar y controlar los riesgos transmitidos por los alimentos, promoviendo así la salud humana, el comercio seguro, la agricultura responsable y el desarrollo sostenible”, se celebra cada 7 de junio el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El primer Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos se celebró el 7 de junio de 2019. La fecha fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2018, a partir de un proceso iniciado en 2016 por Costa Rica, a través de la Comisión del Codex Alimentarius.
Son diversos los actores que intervienen el las cadenas de suministros de alimentos: desde los que producen, los que procesan, los transportistas, distribuidores, cocineros y consumidores… “En cada punto de la cadena existen peligros que pueden provocar contaminación. Todas las personas que intervienen en cada etapa tienen la responsabilidad de preservar la inocuidad de los alimentos”, se subraya en el sitio web de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En Cuba se cuenta con un Sistema de Control de la Inocuidad de Alimentos, supervisado por el Ministerio de la Industria Alimentaria. Según expresó el pasado año Rocío Hernández, directora de Calidad y Tecnología de la Industria Alimentaria, en el artículo La inocuidad de los alimentos es un asunto que nos concierne a todos, en el sitio Cubadebate, el sistema de control de alimentos de Cuba “incluye un seguimiento minucioso de los resultados de los análisis realizados en los laboratorios territoriales.
Estos datos se utilizan para evaluar el comportamiento general de la inocuidad de los alimentos en las producciones nacionales, las producciones de amplio consumo destinadas a organismos gubernamentales, la canasta familiar y los programas sociales como círculos infantiles y hospitales.
“Llevamos una estadística de cómo se comporta la inocuidad de los alimentos en estas producciones”, explicó Hernández. «Esto nos permite identificar tendencias, detectar posibles problemas y tomar medidas correctivas oportunas para garantizar la seguridad alimentaria», aseveró la directiva.
Dada la importancia del tema, desde todas las instancias y organismos que están involucrados en este asunto, se insiste en la capacitación y responsabilidad social que tienen las personas que participan en ese proceso. La nación cuenta con el Decreto-Ley 09/2020 Inocuidad Alimentaria, que como objetivo “establecer las regulaciones y los principios que garantizan a lo largo de la cadena alimentaria, con un enfoque educativo, preventivo e integral, alimentos inocuos y nutritivos que proveen una adecuada protección de la salud, así como lograr un desarrollo competitivo y responsable de las entidades involucradas, con el fin de lograr la transparencia y participación que asegure la confianza de los consumidores”.
Tal como se refleja en el sitio de la OPS, para este año el lema es «Inocuidad de los alimentos: la ciencia en acción», lo cual ratifica el papel primordial de la ciencia en aras de que los alimentos que se consuman sean seguros.
Y es que, como se subraya en el referido sitio, “a lo largo de toda la cadena alimentaria —del campo a la mesa—, millones de personas dependen del cumplimiento riguroso de buenas prácticas, normas y procesos basados en evidencia científica. Esta ciencia permite comprender cómo y por qué los alimentos pueden contaminarse y causar enfermedades, y ofrece las herramientas para evitarlas”.
De ahí la trascendencia de la ciencia como base de la inocuidad alimentaria y “como aliada clave para proteger la salud de las personas y el bienestar de nuestras sociedades”.