Tiempo de sembrar: la primavera
Por: Juan Farrell Villa/Diario La Demajagua
14 de marzo 2025

Sin detenerse tras concluir una compleja campaña de siembra de frío, el sistema de la agricultura granmense alista fuerzas y medios en un nuevo período, la de primavera, que abre grandes retos, en medio de severas restricciones de recursos y combustibles.
Esta etapa iniciada en marzo, concluye en agosto, abarca los meses de mayor calor y evaporación, en la que se alternan la temporada seca y la de lluvias, además de ciclones, todo lo que supone desafíos de consideración.
Aún que las precipitaciones no han llegado, están a la vista y garantizan con el riego, cada año, una buena parte de los productos para el consumo social y venta a la población con énfasis en los cultivos varios, viandas, hortalizas, frutas y granos.
Más allá de los números, como elemento comparativo de crecimiento productivo, lo que se exige es de buenos rendimientos, incrementar las áreas de siembra, plantar cada pedazo de tierra con riego o de secano, un adecuado uso de los limitados recursos para responder al incremento de las producciones ante el aumento de los precios en los mercados.
El mayor peso en la producción la tiene el sector cooperativo y campesino con el potencial en tierras, experiencia y conocimiento suficientes para hacer sostenible los aportes de más alimentos y contribuir a aprecios asequibles.
A ellos se suman las fuerzas de la agroindustria cañero-azucarera, que desde sus unidades productoras asumen la responsabilidad de asegurar el autoabastecimiento de los vecinos en las comunidades asentadas en los municipios.
Corresponde hacer sostenibles los volúmenes de plantaciones de las viandas; plátano, yuca y boniato. La calabaza y el maíz constituyen otros renglones de mayor pujanza en la campaña y debe priorizarse las hortalizas como quimbombó, habichuela, berenjena, pimiento, con semillas aseguradas y de frente a la intensidad de los rayos solares.
Mientras, marzo, abril y mayo son meses que deciden por concentrar importantes volúmenes en los denominados cultivos de ciclo corto con un peso fundamental para enfrentar en situación favorable el abastecimiento de alimentos en un mejor verano de 2025.