Proyecto de ganado menor en Dos Hermanos: mucho trabajo hoy, ¿prosperidad mañana?

 Por: István Ojeda Bello / Periódico 26

25 de octubre 2025

 Jobabo, Las Tunas.- “Hace falta que eso no sea por la fecha que se aproxima y después del 26 (de Julio) todo queda al olvido”, dijo una ciudadana a propósito de la inauguración hace poco del Centro de Procesamiento de Carnes y Derivados de Ganado Menor en el asentamiento rural de Dos Hermanos, en este municipio del sur tunero. Un par de meses después de su apertura, este pequeño, pero dedicado colectivo, asegura que las primeras señales son lo suficientemente buenas como para ser optimistas; aunque las dificultades no faltan.

“Hemos logrado un reconocimiento, un impacto en nuestro municipio. No existe otra institución o empresa en el territorio que pueda brindar las ofertas de carne bovina que nosotros estamos brindando”, sostiene Yoendris Gómez Avilés, el especialista principal.

Fruto de una inversión por más de 10 millones de pesos, incluyendo 84 mil en moneda libremente convertible, costeada con fondos del Desarrollo Local y concebida para el encadenamiento productivo con la mayoría de las unidades del sector agropecuario de la zona, relucen en sus instalaciones los equipos que posibilitan el procesamiento y conservación de carne con higiene e inocuidad, incluyendo un camión refrigerado.

A pesar de que adquieren los animales al mismo precio con el que lo hacen otros comercializadores privados, algunos incluso sin licencia para hacerlo, en Dos Hermanos se las arreglan para ofertar luego la carne a 450.00 pesos por libra, cifra inferior a la de sus competidores. El éxito, añade Gómez Avilés, se está notando en la afluencia de clientes al punto de venta en la capital municipal.

En el primer mes de trabajo, precisa, ingresaron unos 70 mil pesos, a pesar de solo haber podido laborar 24 días. Y es que los largos lapsos en apagón, incluso por más de 24 horas seguidas, ponen contra las cuerdas a esta iniciativa muy dependiente de la electricidad para echar a andar su equipamiento.

“Entonces hemos cambiado la estrategia. Acopiamos animales durante la semana. Sacrificamos los viernes y ya el sábado tempranito estamos con las ofertas de carne fresca en el mercado”, explica.

Bajo ese esquema están colocando semanalmente un promedio de 60 kilogramos de carne, que, destaca, todavía no satisface la demanda de los consumidores locales. En un eventual mejoramiento de la disponibilidad de energía podrían, afirma, ir sacrificando animales, porcionando, envasando y almacenando la carne que luego colocarían no solo en su establecimiento, sino también a disposición de empresas, hospitales o círculos infantiles.

“A pesar de que compramos al mismo precio que los particulares, es rentable el proyecto”, afirma Andrés Remedios Cutiño, el económico de este empeño. Aprovechan todo del animal, incluyendo las pieles y los desechos que son adquiridos por los ganaderos, describe. No obstante, admite que el salario medio de los siete trabajadores (menos de cuatro mil pesos mensuales) está por debajo de lo que se esperaría.

Empero, Remedios Cutiño aclara que esos ingresos, derivados de los resultados de cada cual, irán creciendo en la medida en la que vayan amortizándose los créditos. “Porque hay que hacer inversiones también. Tenemos fondos en la cuenta que podríamos echarnos al bolsillo. Pero estamos conscientes de que ese dinerito que nos va entrando debemos emplearlo en algunos materiales que necesitamos comprar o pagar”, explica.

Es una filosofía interesante que contradice lo habitual en la mayoría de los emprendimientos cubanos, a menudo enfocados en ganancias rápidas. “El colectivo es pequeño; de personas que están conscientes de que si hay que hacer algo, es todo el mundo”, sentencia.

En el camino se levanta otro escollo muy relevante, a juicio de los líderes de la iniciativa. El loable énfasis gubernamental en la bancarización y la economía digital obra en su contra, pues sus principales proveedores viven en zonas donde las transacciones comerciales, por fuerza de las circunstancias tecnológicas y sociales, siguen dominadas por el dinero en efectivo.

Eso, en no pocas ocasiones, los coloca en desventaja ante sus competidores que sí pueden adquirir los animales poniendo un billete encima de otro. Aunque, como aclara su especialista principal, han establecido nexos de negocios con todas las formas productivas de la demarcación.

Mientras ya preparan otros expedientes a fin de emprender nuevas tareas que aprovechen todas sus potencialidades, en Dos Hermanos parecen tener claro que se requiere de paciencia para ver “engordar” los bolsillos como se merecen. Convendría que no los dejaran solos en el esfuerzo por lograrlo.



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