Promisorio camino de cafetales en las llanuras
El próximo año la provincia incluirá municipalidades con tradición cafetalera en la siembra y explotación de plantaciones destinadas a la obtención de producciones para garantizar una parte del consumo nacional.
Por: Luis Machado Ordetx / Periódico Vanguardia
3 de junio 2025
Sin muchos aspavientos existen patios familiares que, en la medida de las posibilidades, fomentan cafetales y, de generación en generación, viejas o jóvenes plantaciones garantizan la posibilidad de disponer—en corto o mediano tiempo—, del aromático grano apegado a nuestra idiosincrasia.
En muchas zonas villaclareñas, y en otras partes del país, se observa esa práctica agrícola que, al paso de los años, se torna ancestral. En ocasiones, aunque sin requisitos técnicos en renovación de plantas, deshijes, poda, afectaciones de plagas y enfermedades, o regulación de sombra, el cafetal está presente en zonas llanas de nuestros campos.
Allá en Placetas, en Sabanilla, la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Augusto César Sandino, diversificada y una de las mejores de su tipo en el cultivo de la caña de azúcar, anualmente cuenta con suficientes cosechas de café para solventar el autoabastecimiento de la comunidad.
En la provincia se calcula que unas 400 hectáreas de fondo de tierra se exploten en el cultivo cafetalero. Las cosechas están a merced de las familias que fomentan las siembras, y es lo correcto. Al menos así satisfacen las necesidades personales de ingerir la bebida, hacer regalos y hasta comercializar una pequeña parte de los acopios que, en definitiva, no son abultados.
El próximo año, aseguró Pedro Blanco Méndez, director general de la Empresa Agroforestal de Jibacoa, en los municipios de Santo Domingo, Remedios, Placetas, Santa Clara y Camajuaní, acometerán en zonas llanas, seleccionadas, la siembra de posturas con variedades robusta reproducidas por vía biotecnológica.
En algunas de esas zonas, como en la Agropecuaria Valle del Yabú, en Santa Clara, extensionistas del cultivo reconocen y eligen suelos y fuerza laboral, casi toda desplazada por interés personal desde la montaña al llano, para acometer las futuras plantaciones.
El programa, que incluye a 10 provincias cubanas, dispondrá de asesoramiento técnico en las labores de conducción y explotación agrícola del cultivo. En el caso de Villa Clara ocuparán una superficie de otras 400 hectáreas contratadas para producir café con destino al balance nacional, dijo Blanco Méndez.
De aquí, con el aporte de acopios cafetaleros desde la serranía, y con los obtenidos en tres o cuatro años después de las plantaciones de la llanura, las cosechas dirigidas al consumo nacional de la población paliarán un tanto los déficits de entregas normadas existentes en la actualidad.
Ese será un camino promisorio, camino al fin, para disminuir los suministros de importaciones y disponer de acopios cafetaleros propios para garantizar las demandas crecientes del consumo. Entonces…, a esperar a que lleguen esos tiempos y aspirar a que las plantaciones de la serranía alcancen la anhelada recuperación productiva.