Fruticultoras de fuego y sonrisa
Por: Joel Mayor Lorán / Periódico El Artemiseño
17 de julio 2025
Su fuerza no está en sus músculos, sino en la perseverancia. Procede de la tierra bajo sus botas. Se nutre del fuego en su espíritu y la sonrisa en el corazón. Son mujeres sencillas pero resueltas; entre ellas conformaron una brigada de fruticultoras que les deparó un nuevo horizonte.
Al frente está Belkis Torres Martínez, quien ha forjado su vida en la UBPC 14 de Noviembre, de Caimito. Ya le sumó tres décadas a los 19 años con que comenzó en la cooperativa; ahora no es solo la jefa técnica, sino la líder de un singular proyecto.
Cierto, el nombre quizás suene un poco largo, quizás en correspondencia con el alcance que se propuso. Mujeres protagonistas en la cosecha, selección, beneficio y transformación de mango y guayaba a pulpa, mediante el proceso artesanal, para promover un cambio de gestión a favor de la igualdad de género. Y, ciertamente, los objetivos se cumplen. Desde 2019, han elaborado pulpa de mango, de tamarindo, guayaba, puré de tomate y otros surtidos, a partir de las 70,4 hectáreas de frutales (55 de mango) y áreas aledañas de guayaba.
En 2023 la eficiencia fue tal que el costo por peso apenas alcanzó los 0,29 centavos en la producción de puré de tomate. Mientras, en 2024 obtuvieron ingresos ascendentes a 572 000 pesos, a un costo por peso de 0,60, con un valor agregado superior a los 227 000, con mango, guayaba, tomate y algo de tamarindo.
“La pérdida de frutas era un problema para la cooperativa. Decidimos resolverlo con el procesamiento artesanal. Entonces, las tecnologías y el conocimiento facilitado por el proyecto Agrofrutales nos permitieron incrementar la cantidad y calidad de las producciones”, asegura Belkis.
Se trata de un proyecto que fortalece las cadenas de valor de frutales en los territorios de Artemisa y Santiago de Cuba, en alianza entre el Ministerio de la Agricultura, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el gobierno de Canadá.