El café enamora

Por: Ana Margarita González del Grupo Web del MINAG

22 de diciembre 2025

Nuevos descubrimientos se abren en esta Isla, bloqueada y con condiciones geográficas, climáticas y hombres capacitados para hacer “magia” en algunos cultivares.

Lo dice con propiedad, entusiasmo, con brillo en los ojos y palabras halagüeñas un italiano que lleva cuatro años coqueteando con los cafetos en varias zonas del país. Primero caminó por el oriente, por el centro, y se rindió ante la belleza de las elevaciones de Artemisa.

“Cuba tiene una tradición en el café y tiene el mejor café del mundo –quizás exagera un poquito-, “pero todo el mundo no lo sabe y vamos a producir y comercializarlo. Una gran oportunidad que Cuba nos está dando a nosotros”.

Con esa convicción, Severini Renato, socio y representante de Caffé Sun, de Italia, lidera un proyecto convertido en Contrato de Asociación Económica Internacional de producción agrícola para el cultivo del café de alta calidad entre la suya y la Empresa Luis Bocourt (procesadora del grano), de Artemisa.

Viene a la mente una canción que en alguno de sus versos dice: Estar enamorados es/ descubrir lo bella que es la vida…/caminar con alas por el mundo/ vivir con el corazón desnudo/ Ignorar el tiempo y la medida/ contemplar la vida desde arriba/ Respirar el aire más profundo.

Se escucha la canción y pienso en las montañas de Sabanilla, donde naturaleza y productores con los nuevos socios, se acercan a lo sublime de la letra. De esas fortalezas, allá a 350 metros sobre el nivel del mar, en el municipio de San Cristóbal se alimentan se alimenta el contrato.

“El objetivo de esta asociación cubana italiana es fomentar la producción y comercialización de café oro de la variedad arábigo de alta calidad. Los cultivos se harán bajo sombra, con el fin de elevar los rendimientos para la exportación en granos y abastecer el mercado nacional”, explicó Yoendry Cuesta, presidente de la Sociedad Mercantil Agroforestal S.A.

“Para lograrlo, Caffé Sun se compromete a proporcionar productos especializados, paquetes tecnológicos, maquinaria y equipos necesarios, mientras la Empresa cubana Luis Bocourt aporta tierras, mano de obra y las buenas prácticas agrícolas”, agregó.

Primero serán 20, luego 50, después…

Carlos Espinosa Piedra, director de la Empresa Procesadora de Café Luis Bocourt, resalta las bondades de la zona: la altura, régimen de lluvia, temperaturas, radiación solar y las características del suelo, entre otras, que son óptimas para la producción de un buen café.

“El negocio se desarrolla en la UEB Cafetalera Sabanilla), con tradición, cultura, donde el café es la principal actividad de la zona y contamos con productores experimentados y deseos de producir. “Actualmente cultivamos arábigo, con variedades como el Catimor, Caturra y el típico, en cafetales jóvenes (hasta ocho años) y otros de 30 años en producción, como el típico criollo cubano.

“Estamos muy optimistas, tenemos el personal calificado. Tenemos en cuenta las políticas para la inversión extranjera como vía rápida para desarrollar la agricultura; trabajamos con la dirección del Grupo Agroforestal en función de aprovechar las oportunidades.

“Los italianos se interesaron y nos comprometimos en este negocio. Están encantados por lo preciosa que es la montaña nuestra, el clima, la vegetación, la altura; les encantó y están enamorados del contrato y yo también, lo veo con optimismo, afirmó Carlos.

Comentó que hacen cosechas en las primeras 20 hectáreas y están sembrado otras 30, casi todo café orgánico, para en cuatro años, estar en el rendimiento óptimo de las plantaciones e ir creciendo.

“En un primer momento, vamos les vendemos materia prima (café oro) y ellos lo van a tostar, molinar y empaquetar, pero estamos defendiendo en un segundo momento lo hagamos todo, para cerrar el ciclo productivo”.

Capitalizar la producción

Retomo palabras de un hombre que no va a “Confundir lo mi con lo tuyo”, como dice la canción, pero que se suma a los productores cubanos con mucha bondad, conocimientos del mercado, posibilidades de financiación y mucho amor.

Severini Renato sueña con despertar la conciencia por la calidad del café cubano. Biólogo de profesión, catedrático por oficio, piensa en variedades más resistentes a plagas y enfermedades, con “capitalizar la agricultura del café y promoverlo en el mundo, a través del mercado y del marketing que tenemos.

“Tengo un trabajo en Italia, pero llevo cuatro años viniendo a Cuba; esta es mi pasión”, dice como redescubriendo `lo bella que es la vida, confundir la noche con los días`”.



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