Desafío para Adys

Por: María de las Nieves Galá (Grupo Web del MINAG)

8 de diciembre 2025

Para Adys Margarita Baltizar la agricultura nunca había sido una opción, hasta que el amor la trajo a vivir al poblado de Las Cañas, en la provincia de Artemisa. Natural de Santiago de Cuba, su vida laboral la había desempeñado en el sector del comercio. “Trabajaba en una bodega, eso realmente, no es complejo, lo importante es interactuar bien con el cliente”.

Acostumbrada a ser una mujer independiente, no quería estar en casa sin hacer nada. Alguien le habló de la finca San Juan Bautista, donde se experimenta con la agroecología, y las mujeres tienen empleo seguro.

Así se presentó en el lugar. Nunca había laborado en el campo, pero lo importante es la intención. Allí fue bien recibida por María Andrea Cordero, la campesina que ha puesto el alma en su finca y que la ha guiado para que esta tenga los resultados que hoy muestra.

También absorbió los consejos del joven ingeniero Raudel García Peña, quien es el nieto de María, y que ahora lleva sobre sí la responsabilidad de que la finca siga siendo inspiración para todos los que apuestan por ella.

En ese entorno encontró una familia y personas dispuestas a apoyarla. En plena faena, encontramos a Adys, metida dentro de un campo de berenjenas, que ya empieza mostrar sus frutos.

Poco a poco ha ido aprendiendo los secretos de ese cultivo y de otros que ahí experimentan. Ahí no se utilizan los fertilizantes y bioplaguicidas. Todos los productos, asegura ella, son sanos.

Cuenta que el salario es atractivo, y puede llegar a ganar hasta 10 mil pesos quincenales. Su propósito es permanecer en este sitio hasta que llegue la jubilación. “Ojalá sea así”, manifestó.

Y aunque nunca había trabajado en el campo, las lecciones que ha tenido y los resultados que ha visto para su vida personal, la conminan a mantenerse en la finca San Bautista, donde la tierra es pródiga y el amor hace que todo florezca.