Experimentando el equipamiento para la agricultura de conservación
Por: Arcadio Ríos, Instituto de Ingeniería Agrícola (IAgric)
16 de noviembre 2025

Tradicionalmente en Cuba hemos venido utilizando para la producción de cultivos agrícolas tecnologías mecanizadas que dañan el suelo disminuyendo su fertilidad. Ejemplos de ello son los implementos de discos y de vertedera, que invierten la capa superior, que es la más fértil, y ponen a disposición de las plantas capas inferiores de menor contenido de materia orgánica.
Por tales motivos muchos países utilizan ampliamente las tecnologías denominadas “agricultura de conservación”, que consisten en conservar los restos vegetales de cosechas anteriores y sembrar sin proceder a la roturación del suelo.
¿Cuáles son las ventajas?
La cobertura de restos vegetales que se mantiene en las tecnologías de labranza conservacionista protege el terreno contra los efectos nocivos de la exposición a la lluvia y el sol, facilita la descomposición de la materia orgánica, reduce grandemente la evaporación del agua contenida en el suelo, evita la erosión hídrica y eólica, mantiene una temperatura adecuada en el terreno, logra una textura adecuada de las capas del suelo, disminuye la compactación y reduce el ataque de plagas y enfermedades. Y también otra ventaja primordial: el empleo de maquinaria es mínimo.
Pero es difícil cambiar los procedimientos que los campesinos han venido utilizando generación tras generación: siempre se ha considerado que hay que arar, cruzar, gradar, surcar, cultivar, etc. ¿Cómo entonces convencer que con solo enterrar la semilla en un suelo sin roturación se logran buenos rendimientos? ¿Hay máquinas disponibles para aplicar la nueva tecnología?
Para contribuir a dar respuestas a estas y otras interrogantes, el Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola ha desarrollado varios proyectos, entre ellos uno enfocado en la experimentación del equipamiento para la implementación de la agricultura de conservación en unidades productivas de pequeña escala, características de la actual producción agropecuaria en Cuba.
Uno de los objetivos del proyecto ha sido determinar el equipamiento disponible o posible a adaptar en las propias unidades para esta tecnología y evaluarlo en condiciones reales de producción. Esto ha implicado determinar el comportamiento de indicadores físicos y químicos del suelo, valorando los impactos sobre el agroecosistema. También ha consistido en determinar los rendimientos que se obtienen por ciclo de cultivo, todo en comparación con las tecnologías tradicionales.
Posibilidades reales de aplicación
Se determinó que en la gran mayoría de nuestras unidades de producción agrícola puede implementarse la agricultura de conservación utilizando para ello solo tres equipos fundamentales: un implemento denominado rolo-cuchilla, máquinas de siembra directa y asperjadoras. Solo habrá que construir los rolos, las demás máquinas existen.
La primera etapa consiste en el establecimiento de la tecnología, que consiste en la siembra de leguminosas u otros cultivos que aporten gran cantidad de residuos vegetales, que son aplastados y cortados parcialmente por un implemento denominado rolo-cuchilla, que puede ser tirado por tractor o tracción animal. El rolo es un cilindro que aplasta la materia vegetal y está dotado en su periferia de cuchillas que producen el corte.
Posteriormente, a través de los residuos vegetales se produce la siembra con una máquina de siembra directa, o sea, que solo abre un pequeño orificio en el que se depositan y se tapan las semillas, sin necesidad del uso de arados y gradas.
Para el control de las malezas, principalmente en los primeros años de iniciada la agricultura de conservación, se requiere del uso de herbicidas, para lo cual se emplean asperjadoras convencionales, que también sirven para el control de plagas y enfermedades. No se efectúan labores de cultivo mecánico.
Arcadio Ríos (IAgric). Fuente: José A. Martínez, Proyecto de investigación.
