A lazo seguro, que el momento lo exige
Hemos tenido carencia de insumos, herbicidas para combatir el marabú, antiparasitarios…, pero no nos hemos rendido
Por: Pastor Batista Valdés | pastor@granma.cu
7 de abril 2025

CABAIGUÁN, Sancti Spíritus.–Por razones de tiempo y de trabajo, como presidente de la Cooperativa de Producción Agropecuaria Juan González, se le suele ver tras el volante de un jeep, aunque todo el mundo sabe que su mayor placer es andar a caballo, recorriendo potreros, bajar de la montura o desde ella pasarle la mano por el cuello a una vaca, acariciar al ternero que nació semanas atrás, contemplar al enorme cebú que lo mira también a él, como queriendo conversar…
Por ahí, precisamente, entre reses, bestias, ganado menor, alimento animal y cultivos, andan las esperanzas y aspiraciones de Léster Pino Orozco, quien es de esas personas que no se amilanan por las dificultades, vengan como vengan.
«En todo esto hay una gran verdad –afirma, con esa naturalidad tan propia del campesino–: estamos acostumbrados a meterles el pecho a las dificultades; pasar trabajo no es cosa que nos sorprenda. Si a ti te gusta lo que haces y lo haces bien, entonces puedes compensar mejor todo lo que venga, incluso lo malo.
«El 2024 fue un año duro; hemos tenido carencia de insumos, herbicidas para combatir el marabú, antiparasitarios…; pero no nos hemos rendido, y ahí tenemos más de 2 500 cabezas de ganado muy saludables, con una natalidad por encima del 80 %, que es casi el doble de la media del país; tenemos incluso animales nacidos con semen importado, el plan de entrega de carne al 132 % y al 112 % el de leche.
«¿La fórmula?: trabajar mucho; el vaquero se tira de la cama a las dos de la madrugada y no para en todo el día. ¿Secreto?: garantizarle al ganado agua, pasto y correcto manejo, sin olvidar que la genética es clave».
Orgulloso de esa familia que lo ata y desata, así como de la mujer a quien ama y lo ama, Léster sabe que, sea como sea, vivimos tiempos para aumentar la hermandad, sobre todo con mucha gente buena que lo rodea.
«De manera que no nos desvela el día a día. Vamos a seguir haciendo lo que nos toca, con las botas, las espuelas y el sombrero bien puestos… todo el tiempo».